sábado, 10 de enero de 2009

¡En manos de quién estamos!

Humillante, vergonzoso, mediocre, aburguesado, sobrado, bochornoso, ignominioso, degradante, denigrante, depresivo, hiriente, indecente, injurioso, insultante, ofensivo, vejatorio... cualquier calificativo cabe en lo que el argentino Díaz, entrenador del América hizo contra el Atlas.

No nos quedaba duda de cómo se maneja en su forma de ser, mercenario, ofrecido, ventajista… ahora tampoco hay duda de su pobre capacidad como estratega.

El América hizo el oso gracias a éste pelado quien de entrada subestimó al rival, al poner una alineación alternativa, en su mayoría con jugadores del ‘apestado plantel 2008’, y dejando en la banca a la mayoría de los refuerzos. Entonces volvió a lo mediocre.

Una cosa es el América nuevo, versión 2009 con jugadores dignos y competitivos, y otra es el América 2008, que solo nos trae vergüenzas y malos recuerdos, con jugadores de medio pelo.

Pero eso no fue lo peor. Lo lamentable, lo increíble fue su táctica, sus cambios y sus órdenes.

Cuándo América perdía 1-3 sacó a Chitiva que jugaba como contención en ese momento y metió a De Pinho, amontonando tres centros delanteros (Esqueda –infame, igual que la noche en que México quedó fuera de la Olimpiada, justo ahí, en el Home Depot-, Cabañas y el brasileño) pero sobre todo dejando un espacio en media cancha, por donde el Atlas hizo lo que quiso.

Pero lo que no tuvo perdón de Dios fue que en lugar de decirles a sus jugadores que se aplicaran en la marca, y defender con todo ese gol que tenían de ventaja, equivocadamente, los mandó a todos al ataque, cuando era evidente que era más fácil recibir un gol, que anotarlo.

Faltaba muy poco tiempo y en lugar de pararse bien en media cancha, amontonó a gente arriba, sin saber que con el 1-3 en contra estaban adentro.

¡Qué vergüenza!, Ni eso supo hacer bien. Faltaba muy poco tiempo y jamás hubo esa orden de la banca donde paraban bien al equipo.

Todavía, saca a Lampros para meter a Castillo, y poner a Joaquín Martínez como lateral, en lugar de poner al Gringo en su puesto, y justo fue Martínez, el quién cometió la falla en la marca para el último gol (Eso no demerita la actuación de Joaquín que fue de los pocos que se salvó).

Todo, absolutamente todo lo hizo mal éste argentino.

La primera humillación del año llegó, apenas 9 días después de empezado éste. Más de veinte millones de dólares no sirvieron para nada porque la mayoría estuvo calentando la banca.

Éste sinvergüenza es un peligro para el América. Y viendo como están las cosas, estamos a tiempo para que Bauer rectifique o haga algo, luego podría ser muy tarde.

En lo personal, prefiero el torneo local que la Copa Libertadores luego de las vergüenzas del 2008, ya que al club América le URGE calificar a la liguilla, antes que cualquier cosa. Pero hay reglas, mandamientos para el América, y una de ellas es que es una OBLIGACIÓN GANAR TODO LO QUE SE DISPUTA.

PERO MÁS AÚN, HAY FORMAS DE PERDER. Y lo que éste pelado hizo contra el Atlas de Guadalajara quedará en la historia como una de las peores humillaciones jamás sufridas en la historia americanista, comparadas con el ‘Aztecazo’ de Mario Carrillo contra Tigres, o cuándo en la Concacaf, el ‘Cacique’ Lapuente no se dignó ni salir a la banca en un juego contra Toluca en el Azteca, que perdimos 0-4.