lunes, 24 de enero de 2011

El gran Panchito.

¡Qué suerte tienen algunos, no cabe duda!

Lo que es la vida, justo cuando peor juega el nuevo CFAmérica, justo cuando es una auténtica vergüenza y se esperaba que hubiera alguna decisión del dueño al respecto, pasa esta desgracia y… del partido de ayer ya nadie se acuerda.

Pero es que tanto quería DON PANCHITO a su amado equipo, que hasta en la última jugada de su vida, le ayudó “sin querer queriendo” al América, para que la gente y los medios en general no siguieran dándole con todo a Lapuente y compañía.

Pero hoy el americanismo está de luto. Con su muerte, se va el último de los cuatro grandes símbolos del club azulcrema en la parte de la dirección del equipo. Primero fue Don Guillermo Cañedo de la Bárcena que se fue el 20 de enero de 1997. Después Don Emilio Azcárraga Milmo el 16 de abril del mismo año se nos adelantó. El 4 de Mayo de 2007 fue cuando Don José Antonio Roca partió de éste mundo y hoy 24 de enero de 2011 es cuando Don Panchito alcanza en el cielo a sus grandes amigos. Ellos cuatro fueron los creadores del Americanismo, un Americanismo que como ellos cuatro, ya está muerto.

Panchito, que nació en Toluca el 14 de mayo de 1927 y que en su época de jugador lo hizo maravillosamente en los equipos Asturias, Necaxa y Zacatepec, fue seleccionado mundialista en Brasil 1950 y llegó en 1969 con los Cremas a petición de su gran amigo Guillermo Cañedo, quién ya era el Presidente del América, cuyo propietario era su otro gran amigo, Emilio Azcárraga Milmo. Y a la llegada de Panchito, entre él y Cañedo llevan a trabajar a Roca con los entonces Millonetas en el año de 1970.

Hernández hizo un trabajo en el club como nadie lo hizo después y nadie lo hará: viajaba durante meses y meses, apartado de su familia, con el único fin de observar distintos jugadores, ver sus cualidades futbolísticas y sobre todo humanas. Comprobar si eran dignos de jugar en el América, si cumplían con el perfil.

Carlos Reinoso, Eduardo Cremasco, Antonio Martins ‘Toninho’, Roberto Hodge, Oswaldo Castro, John Kerr, Oribe Maciel, Gustvo León, Jader Da Silva, Néstor Verderi, Miguel Ángel Cornero, Raymundo Correa ‘Lola’, Hugo Kiese, Manuel Rojas, Luis Alberto da Costa ‘Luizinho’, José Dirceu Guimaráes, Héctor Miguel Zelada, Oswaldo Faria, Jorge Luis da Silva ‘Fumanchú’, Rubén Omar Romano, Roberto Díaz, Carlos Roberto Cardoso ‘Beto’, Geraldo Francisco dos Santos ‘Zizinho’, Luis Fernando Trieweiler, Nílton Pinheiro ‘Batata’, Marcelo Favaretto, Norberto Outes, Eduardo Bacas, Roberto de Moráes ‘Biónico’, Daniel Alberto Brailovsky, Gustavo Echaniz, Luis Alberto Amuchástegui, Julio César Uribe, Robinson Hernández, Antonio Carlos Santos, Cecilio de los Santos, Carlos Seixas, Mauricio Pérez Brito, Eduardo dos Santos ‘Edú’, Raúl Vicente Amarilla, Teodoro dos Santos ‘Toninho’, José Roberto da Cruz ‘Beto’, Óscar Ruggeri, Bernardo Fernández, Davor Josic, Marcelo Barticciotto, Omam Biyik, Kalusha Bwalya, Valdemir Rosas ‘Branco’, Eduardo Soto, Jean Claude Pagal, Marco Rossi, Maurizio Gaudino y Harold Lozano fueron los 54 extranjeros que trajo al equipo de Coapa y con la gran mayoría no se equivocó. Desde Reinoso en 1970 hasta Lozano en 1996 hizo su gran trabajo, de forma honesta y leal. Y su gran trabajo nada más le dio al América 17 títulos oficiales.

Además fue fundamental en la contratación de Luis Roberto Alves 'Zaguinho'.

En sus 27 años en el América, además de haber sido el creador de la escuelita de futbol del club, Panchito obtuvo 17 títulos con el equipo: 70-71 Campeón de Liga, 73-74 Campeón de Copa, 75-76 Campeón de Liga, 75-76 Campeón de Campeones, 1978 Campeón de Concacaf, 1978 Campeón de Copa Interamericana, 83-84 Campeón de Liga, 84-85 Campeón de Liga, 85 Prode Campeón de Liga, 1987 Campeón de Concacaf, 87-88 Campeón de Liga, 87-88 Campeón de Campeones, 88-89 Campeón de Liga, 88-89 Campeón de Campeones, 1991 Campeón de Concacaf, 1991 Campeón de Copa Interamericana, 1993 Campeón de Concacaf.

En 1996 fue jubilado por Televisa ya que esa empresa jubiló a todos sus trabajadores mayores de 65 años y se dedicó a entrenar niños de 12 a 15 años, desarrollando talentos.

El cargo honorífico como visor de fuerzas básicas del América que a la fecha desempeñaba era muy poco para su enorme conocimiento y su persona. Sin lugar a dudas, un hombre valiosísimo, tal vez, el que más haya sabido sobre el club América, su manejo, su historia y su grandeza. Nadie como él.

Panchito se fue hoy, a los 83 años, producto de una enfermedad en las vías respiratorias y dejó un hueco muy difícil de llenar en el América y un legado que está escrito en la historia y con LETRAS MAYÚSCULAS Y DE ORO.

Tuve la suerte, la fortuna de conocerle en vida. Yo trabajaba en Fibra América y Ara Piloyán nos juntó en un agradable desayuno a él, a Don José Antonio Roca y al buen “Che” Ventura. Fue simple y sencillamente inolvidable, platicamos cinco horas seguidas del América (Del GRAN América, claro está). Recuerdo haberles hecho cerca 300 preguntas esa vez y me contestaron absolutamente todas. Cuando algunas veces los llegue a volver a ver, siempre recordábamos con agrado esa fecha.

Hoy el América, el verdadero Club América se terminó de morir. Descansa en paz, querido Panchito, vivirás siempre en los corazones americanistas.

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martes, 11 de enero de 2011

Cosas de la vida: éste es el nuevo CFAmérica.

“Yo creo que se tiene prohibido no calificar a la liguilla, se tiene prohibido no pasar la primera ronda de la Libertadores y creo que se tiene prohibido jugar mal al futbol” fueron las palabras de Vicente Matías Vuoso y sinceramente me sentí en un cuento de hadas o de vuelta en el romanticismo.

Tengo 48 años y 40 de seguir diario, día a día este equipo. Más o menos ese era el decálogo del club América hace unos años, como de 1970 a 1997, aproximadamente, lo recuerdo perfectamente.

Hoy en día las cosas cambiaron y uno debe de aceptar los hechos tal como son. Todo en la vida tiene solución menos la muerte. Cuando uno muere, queda el recuerdo vivo siempre. En este caso, es como si el América de antes, el gran equipo espectacular hubiera muerto y vivimos los tiempos del nuevo América.

Un América, que a los grandes no nos gusta, pero aceptamos, por el amor a la camiseta que siempre tuvimos y tenemos.

A los chicos les cuenta menos trabajo aceptar la realidad, porque no vivieron otra diferente. O sea, están acostumbrados.

Por cosas de la vida o por el destino, sea lo que sea, tuve, en años pasados algún trato, de diferente nivel con gente de la actual directiva.

Sí, por cosas de la vida, en el año de 1993 conocí a Michel Bauer. Resulta que tenemos una amiga en común, ella es mi mejor amiga desde hace muchos años. En esa época, ella trabajaba en Televisa y en Cablevisión, en ventas concretamente. Yo trabajaba cerca de Televisa Chapultepec y Río de la Loza, y muy seguido comíamos juntos, nuestro horario así lo permitía. Bauer era el jefe directo de Grace, así se llama ella, a quién me permito nombrar. Y uno de tantos días que pasé por ella para ir a comer, Michel nos acompaño, así como alguien más. No recuerdo bien quienes eran los otros, pero de él me acuerdo perfectamente por dos detalles: el primero, porque cuando nos vimos, Grace le dijo “mira Michel, él es mi mejor amigo, Héctor, el que te comente que le va al América y es un loco de ese equipo”, y el segundo porque ella me contó el parentesco que une a Bauer con una de las integrantes de la banda Timbiriche. Y a mí, como buen fan de ese grupo que siempre fui, pues me dio gusto conocerlo.

El tema en común toda la comida fue el futbol y concretamente el América. Hubo armonía y cordialidad en esas dos horas. Me di cuenta de dos cosas, que efectivamente, Michel era fiel seguidor de las Águilas y que no estaba muy familiarizado con el plantel de esa época, la temporada 92-93, que tenía como entrenador a Miguel Ángel, “Zurdo” López y como jugadores a Hugo Sánchez, Paco Uribe, Germán Martelloto y Martín Simental por mencionar a algunos.

Nunca más volví a saber de Michel Bauer hasta el día en que su nombre empezó a sonar en el medio como el sucesor de Guillermo Cañedo White, cosa que me sorprendió. Lo recordé en el acto y le llamé de inmediato a Grace para que me confirmara que era quién yo pensaba.

Jamás me gustó la idea de que Cañedo White dejará la presidencia americanista. Por más mal que le haya ido al equipo en el Clausura 2008, el hijo de DON GUILLERMO tuvo una muy buena gestión administrativa: Campeón de Clausura 2005, Campeón de Campeones 2005, Campeón de Concacaf 2006, Sub Campeón de Clausura 2007. Números extraordinarios. Lamentablemente la salida de Cuauhtémoc Blanco influyó en el equipo y no se repuso a partir del 2008.

Se recuerda ese infame torneo de la mano de Ruben Omar Romano, que no ganó un solo partido de Liga con el América, con gente como Diego Cervantes, Rodrigo Íñigo y Sebastián Domínguez en su defensiva. Y eso no fue culpa de Cañedo. Ni hablar, él se hizo a un lado y Azcárraga Jean y Bernardo Gómez confiaron el equipo a Bauer, que excelentes resultados había presentado en el área de ventas de Televisa por años, desde cuando yo lo conocí.

Michel no tuvo la culpa de que lo hayan nombrado presidente a pesar de su nula experiencia en el ámbito deportivo, futbolístico profesional. Cuando vi que era él, fui escéptico puesto que yo esperaba otro tipo de perfil en el puesto, alguien con experiencia en la cancha, no en ventas, pero lo apoye moralmente ya que ‘al menos le iba al América’. Desgraciadamente peor comienzo no pudo haber tenido en su puesto al aceptar que Yon de Luisa, que anteriormente trabajaba en ‘Paga Todo’ (PetroRed) y a quién por los años 2003 o 2004 lo llevaron a trabajar al América, le impusiera a su amigo, Jaime Ordiales como Director Deportivo del equipo.

De todo mundo era conocido que Ordiales no es americanista, como tampoco De Luisa, de quien hasta sus propios compañeros en Paga Todo, su anterior trabajo, se sorprendieron con su partida al América, ya que sabían perfectamente que Yon es partidario de otro equipo, esto dicho por una fuente totalmente confiable y que trabajaba con él ahí mismo.

Cuando Cañedo se fue, el único que se mantuvo en su puesto fue precisamente De Luisa. Por algo habrá sido. Y éste trajo a Jaime Ordiales, a quien también curiosamente yo había tratado anteriormente, a él más años y de manera más directa. Resulta que Jaime y un servidor jugamos juntos en la liga del Parque Arturo Mundet durante cuatro años. Primero fuimos rivales y en los últimos dos años que ahí jugué, lo hice en el mismo equipo que suyo, el glorioso 'Neblí'. Eran los años de 1975 a 1979 aproximadamente. Jaime de verdad jugaba muy bien. Además de competir en nuestra liga, varias veces “echamos la cáscara”, ahí dentro de club, en horas libres y compartíamos los ‘partiditos’ con gente como su hermano Mario “la Pulga” Ordiales, los hermanos Arturo y Jordy Zindel, José Antonio Fernández, Miguel “La Vaca” Arrechéa, los hermanos Vives, los hermanos Blanco Carrete, Mantecón y Manuel García Lascurain entro otros. ¡Qué buenas cáscaras nos aventábamos por los rumbos de Ejercito Nacional!

Años después me lo topé en La Salle alguna vez y posteriormente en el famoso ‘Café 58’ allá en Polanco. Y nuestras pláticas siempre fueron igualmente cordiales, de compañeros de equipo, solo eso, pero siempre en buenos términos.

El ya era futbolista profesional y yo estudiaba mi carrera. Lo que más recuerdo de Jaime y de sus cuates es que ellos siempre me hacían mofa por irle al América, yo era de los pocos que le iba a los Cremas de Raúl Cárdenas en el Mundet en aquellas épocas. Así fue mi trato con Jaime décadas atrás. Y lo que es la vida, hoy en día y por motivos familiares llevo una gran amistad con su primo Iñaki (¡un tipazo!).

Hoy en día Bauer, De Luis y Ordiales están juntos en el mismo proyecto, el América.
Yo sé y me consta que Michel Bauer si es americanista, yo sé y me consta que Jaime Ordiales nunca fue americanista, y también se que Yon de Luisa no es águila. (A lo mejor los dos últimos hoy ya lo son, de manera profesional, porque ahí trabajan y lógico esperan buenos resultados, pero no de manera sentimental).

¡Pero que no sean americanistas podría ser lo de menos! Cuando en 1968 Don Panchito Hernández llegó al club, todo mundo sabía que el equipo de sus amores era el Zacatepec, misma situación que pasaba con Don José Antonio Roca. Pero eso no fue impedimento para que en base a trabajo ellos dos lograran crear el concepto de lo que fue el club América de esa época hasta 1997, año en que Don Emilio Azcárraga Milmo lamentablemente murió.

Roca y Hernández fueron los padres del Americanismo, cuando atrás eran ajenos al club. Repito, la clave del éxito fue una palabra: trabajo. (Con una gran materia prima).

¡Por eso, el que Ordiales y De Luisa no sean americanistas podría ser lo de menos… siempre y cuando hubiera BUENOS RESULTADOS!

Lamentablemente hoy en día, todo, o casi todo lo que han hecho Bauer, Ordiales y De Luisa ha sido malo. Lastimosamente para ellos y más para el Americanismo. Obviamente si hubiesen dado resultados ya, a la gente ‘le valdría un pepino’ que Ordiales acumule 27 contrataciones y tres de técnicos en dos años y medio de labor y 30 millones de dólares gastados en puro tronco (o la mayoría) o que Bauer solo se preocupe por vender, vender y vender más productos americanistas y hasta pretenda cambiarle el verdadero nombre y escudo al equipo, o que De Luisa esté en constante pleito con ex jugadores como Cuauhtémoc Blanco o Germán Villa.

PERO LAS COSAS NO SON ASÍ, EL EQUIPO NO HA DADO RESULTADOS, tiene un técnico, Manuel Lapuente, que faltándole el respeto a su institución y en claro afán de protegerse, declara que “las obligaciones en el deporte no existen pero sí los objetivos”, para quitarse presión con los medios y lo más importante, con la afición, pero es ésta, la que sabe que el técnico ODIÓ al América desde aquella vez que en la temporada 72-73 le anotó tres goles con el Puebla a los Millonetas de Roca y se los quitaron ya que el partido se suspendió por culpa de su propio entrenador, Ignacio Trelles que hizo todo lo posible porque el juego se acabará antes de tiempo (América, que iba perdiendo 0-3, se puso 2-3 y a punto estaba de empatar cuando Trelles hizo de las suyas) y así fue, se suspendió el juego, motivo por el cual Lapuente despotricó del América, de la Federación Mexicana de Futbol, de Televisa y de Don Guillermo Cañedo porque el partido se anuló y se volvió a jugar.

Lapuente es un viejo lobo de mar y hace su trabajo, obvio quiere ganar, sabe mucho de futbol por todos los años en que ha estado en él, pero parece haberse quedado atrapado en sus sistemas de hace 10 años… y con sus siempre e incondicionalmente jugadores favoritos (y mediocres, como Valenzuela -¡Por Dios!-, Layún, “Jagger”, Márquez o ya viejos como Pardo).

TODOS queremos que el América funcione: Bauer, Ordiales, De Luisa y Lapuente, porque es su trabajo y les pagan por eso, y nosotros porque AMAMOS al equipo.

Es 2011 y empieza un nuevo año, será triplemente difícil, porque se competirá en dos torneos al mismo tiempo y nos guste o no, tenemos un plantel limitado para afrontar ya no digamos dos torneos, sino uno. La prueba estuvo en la última derrota en casa contra Pachuca, por más mal arbitraje que haya habido. Eso son pretextos. Si hubieran jugado bien, no importaría que te anularan dos goles, metes otros dos y ya, como lo hacen los grandes equipos. Nunca jamás escuche a DON GUILLERMO CAÑEDO DE LA BARCENA o a Emilio Díez Barroso quejarse del arbitraje y echarle la culpa de una derrota americanista a los de negros. ¡Vaya, ni siquiera a Cañedo White, Raúl Quintana o hasta el mismo Javier Pérez Teuffer!

Per ya van dos veces que a Bauer la desesperación y la impotencia le hacen declarar en contra del arbitraje. (Con razón ambas veces, pero él, el PRESIDENTE del América NO PUEDE, NO DEBE, andar quejándose ni echándole la culpa a otros de las derrotas de su equipo. Pierden los que no meten goles y América, ¡éste América!, no los mete, así de simple).

Para NOSOTROS LOS VERDADEROS AMERICANISTAS, ha llegado el momento de “aguantar vara”, de soportar todo y seguir apoyando, deseando el éxito del equipo, al nuevo ‘CFAmérica’. (Sí, porque hasta el nombre pretenden cambiarle al equipo, seguro que por alguna mercadológica razón, sin importarle a quién lo propuso, la tradición, las raíces y la historia que bien dice que el equipo se llama CLUB AMÉRICA, tal cual consta en su escudo original, una “C” y una “A”, y no "Club Futbol América”, (CFAMERICA) como ahora lo escriben y promocionan en varios artículos y mantas dentro del mismo club y estadio Azteca.

Feliz año, éxito y salud, que Dios los bendiga, a todos, incluidos por supuesto Bauer, Ordiales, De Luisa y Lapuente, porque a nadie deseamos que le vaya mal, mucho menos si tenemos algo en común: querer que las Águilas sean campeones.

Aprendamos a vivir con este “nuevo CFAmérica”, el equipo que durante años y años, fue grande… el pasado, quedó atrás, CON LETRAS DE ORO, y eso, eso no nos lo quitara nadie, y menos a los que tuvimos la dicha de vivirlo y sentirlo, desde el fondo del corazón.

¡Arriba el AMÉRICA!

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