lunes, 30 de noviembre de 2009

La mala decisión de los implicados.

Eliminado ya el América, poco o nada puede sorprendernos de dicho hecho.

Al menos, mucha gente americanista, está, más que resignada, convencida de que eso iba a pasar.

Era lógico esperar un desenlace de esta magnitud si tomamos en cuenta la manera de jugar del equipo en las últimas fechas.

El torneo se dividió en dos, un “antes” y un “después” del partido contra los Gallos Blanco del Maestro Reinoso, quién le dio una lección de dirección técnica a Jesús Ramírez en su momento.

Si recordamos aquél juego, que se disputó una tarde en la Corregidora (y donde acabamos muertos, mejor dicho desde el minuto 15 del segundo tiempo estábamos fundidos), recordaremos que si alguien estuvo cerca del triunfo fue el Querétaro, tanto que de no ser porque Vila la estrelló en el palo en el último minuto, ellos se hubieran llevado el triunfo.

Reinoso supo enfrentar al América, nos nulificó y casi nos gana. Y ahí empezó nuestra debacle. El “Maestro” le enseño al resto de los equipos, como enfrentar a este América.

A no ser por el partido que perdimos en el Olímpico Universitario gracias a la mano de Valenzuela y en donde anotamos dos goles (ambos a balón parado), no volvimos a anotar más de un gol en cada partido: ganamos 1-0 al Atlante, caímos 1-2 en Pachuca, empatamos a cero con el Puebla, nos llevamos el Clásico de Clásicos 1-0, empatamos a uno con Jaguares, perdimos en C.U. 2-3, derrotamos por la minina diferencia a los Rayados, empatamos a un gol con Santos Laguna, Monterrey nos derrotó 0-1 y finalmente el último empate a uno contra el mismo cuadro de Vucetich.

¿Ese es el equipo ultra ofensivo que Ramírez nos quiso vender?

Lo acontecido la noche del sábado pasado en un triste estadio Azteca, con medio aforo (¡en liguilla, donde no habíamos estado hace dos años!) fue la cereza del pastel.

Un equipo infamemente dirigido. Y lo peor, que los de arriba, están contentos.

¡No puede ser que Bauer declare que se cumplió el objetivo de calificar y que vamos por el Interliga!

No puede ser que el director deportivo del América declare a los cuatro vientos ¡que no fue fracaso!

Cómo se nota que Jaime Ordiales no jugó en nuestro equipo. No conoce la filosofía americanista, la historia, la tradición de los colores azulcremas. ¿Si hubieran sido Cristóbal Ortega, Alfredo Tena o Luis Roberto Alves, habrían dicho lo mismo?

En el América, señor Ordiales, el segundo lugar YA ES FRACASO. Así nos enseñaron a vivir los grandes como Roca, Panchito, Don Guillermo, Don Emilio, hasta el mismo Cárdenas.

Cuando la gente de arriba te inculca lo que debes de ser, uno en la cancha responde, y en la oficina también.

¿Se imagina usted, amable lector una escena donde Don Guillermo Cañedo de la Bárcena le aplaudiera a José Antonio Roca o a Raúl Cárdenas por echar el equipo atrás y cuidar un golecito de penalti, teniendo en ese plantel a jugadores como Reinoso, Borja, Toninho, Monito, Borbolla, Pata Bendita, Kiese, De la Torre, Cristóbal? No, es inimaginable tal escenario ¿verdad?

Lo que Jesús Ramírez hizo contra el Monterrey fue patético. Con el mismo cuadro que tenía en la cancha, bastaba con que adelantara líneas, ordenarle a Esqueda y a Beausejour jugar abiertos, arriba, NO ABAJO, y con ese simple detalle hubiese impedido que los laterales del Monterrey subieran cuantas veces quisieron. Pero no lo hizo. Los mantuvo jugando en media cancha y sin posibilidades de salir. Siempre esperando al rival. SIEMPRE.

Dejando a Pardo en la media de contención, adelantando a Rosinei, metiendo a Reyna por un extremo, a Esqueda por el otro, hasta arriba Cabañas y en medio de todos ellos Montenegro, ¿no hubiera sido un cuadro ofensivo?, creen ustedes que así el Monterrey hubiera ganado la media cancha (¿la media?, ganó toda, nuestro equipo solo tuvo dos llegadas EN CONTRAGOLPE, uno de Montenegro y la otra de Cabañas.)

Así no se puede. Y otra cosa para el análisis es que en la banca nuestro máximo referente y solución se llama ¡Daniel Márquez!

¡Por dios!, ¿Quién es Daniel Márquez? Un NOVATO que no ha despegado (difícilmente lo hará) y que no cambia en lo absoluto el trámite de un partido.

¿Qué hacen falta recambios?, Sí. ¿Cómo puede ser posible que no haya UN SOLO JUGADOR DE ATAQUE, UN “9”, UN PUNTA, UN EXTREMO DE LOS DE ANTES, que desequilibre en la banca?

Roca tenía en la banca primero a Horacio y luego al Pata, al mismo Raymundo Correa “Lola”, a Fogel, Cárdenas tenía a Borja -Alcindo era titular-, a Manolo Rojas, a Pepe “Cocodrilo” Valdez, a Cristóbal Ortega, luego a Estupiñán o Aceves, Luizinho…

Reinoso tenía su as bajo la mano: De los Cobos o Luna (Juan Antonio empezó como titular, luego Carlitos le ganó el puesto), Tapia, Aldrete, ¡Hermosillo o Zizinho!

¡Qué jugadores! ¡Qué planteles!

No puede ser posible que Chuchito tenga a Márquez y a veinte mil defensas centrales (Ismael, Ricardo Rojas, “Woody” Sánchez, Fernando López, Rodrigo Íñigo, Lampros… y todavía con tanto central, ponen al “Topo” Valenzuela como central, cuando es lateral).

Es una culpa compartida: de quien hace las alineaciones, pero también de quien contrata a los jugadores, que en este caso, el peso recae en el Director Deportivo del equipo, que SE SUPONE está para asesorar al Presidente (más cuando éste es novato y no tiene experiencia en el futbol profesional).

Y el Director Deportivo, no solo hizo mal su trabajo, porque no se puede armar un equipo así, y menos un equipo como el América, donde uno de los mandamientos PRINCIPALES, si no es que el número uno es el de SER OFENSIVOS Y DAR O TRATAR DE DAR ESPECTACULO a sus seguidores, que son lo más importante del club, PORQUE SIN LA AFICIÓN, NO EXISTIRIA EL EQUIPO, así de fácil.

Y esta, la noble afición, NO ES TONTA, y ya está dando muestras de que está cansada.

Cansada de tanto fracaso, pero también candada de tanta HIPOCRESÍA.

Y ahora resulta, no solo que nos tendremos que soplar otro torneo de lagrima, puesto que Bauer ratificó a Chuchito. Y mientras, Ordiales sale a aplaudir la extraordinaria campaña realizada y a decir que no es fracaso, “¿entonces los otros 17 equipos también fracasan?” dijo increíblemente.

Ahora también tenemos que soplarnos las amenazas y discursos de Montenegro que nos mandó a un recital en lugar de a ver a nuestro equipo, al que seguimos de toda la vida y con el cual nos emocionamos y lloramos. ¡Mejor a un recital, claro! Mientras sigan jugando así, un recital valdría más la pena.

Y para rematar, tenemos que aguantarnos la falta de respeto a nuestra inteligencia de gente como Raúl Sarmiento, el palero número uno del América, que se atrevió a decir que las Águilas fueron espectaculares el sábado, y también al insidioso Javier Alarcón que por todos lados trató de suavizar y minimizar lo que Roberto Gómez Junco y Ricardo Peláez decían en “La Jugada”, hablando con la verdad y diciendo lo mal que plateaba SIEMPRE Jesús Ramírez los partidos.

¡Qué pena tener que soportar todo esto!

No hay duda que la mala decisión de los implicados nos ha llevado a donde estamos.

De Bauer (por poner a Ramírez), de Ramírez (por ordenar un esquema defensivo y ratonero), de Ordiales (por declarar la barbaridad que dijo y armar un equipo con la mayoría defensas centrales) y del mismo Azcárraga Jean (por poner a un extraordinario mercadologo en un puesto donde se necesita a una persona con experiencia en el futbol profesional y no en ventas).

Y lo malo es que esto no tiene para cuando cambiar.