El cambio está dado. El lado obscuro se fue y lo bueno regresó.
Lo que tanto había pedido la gente fue concedido. La afición, harta de errores y errores directivos se ausentó del estadio, y con justificada razón.
Peor no podíamos estar y casi se toca fondo, afortunadamente los cambios se empiezan a dar y en buen momento.
Un olor a americanismo que hace mucho no se respiraba en Coapa se respira de nuevo, y es lo que la afición, lo más importante de éste asunto, quería.
Con Reinoso volvieron las victorias, y regresó también la alegría de la afición.
Ahora falta el siguiente paso: que ésta se haga presente en el estadio Azteca. De visita, y es normal, llenamos y llenaremos las canchas de los rivales.
Ya se jugó contra San Luis en nuestra casa y la entrada no fue buena. Pero hubo factores que considerar, el día, la hora, el clima…
Ahora se viene un reto mayor todavía: contra Querétaro, equipo sin cartel alguno y nula afición en el Distrito Federal, se jugará el domingo a la misma hora del famoso Súper Bowl, que tanta y tanta expectación ha creado.
Esperar una entrada similar a la del miércoles contra el equipo de Ambriz sería normal, por eso no hay que alarmarnos, pero en lo sucesivo la gente se debe de hacer notar ya, decir ¡presente! en el Coloso de Santa Úrsula, sin importar rival, día u hora. ¡Hay que apoyar con gritos en el estadio!
La afición puede estar molesta aun con el presidente americanista, pero hay que entender una cosa, se apoya al equipo, no a Bauer, ya que él no juega. La gente le va al América, no al directivo.
Los americanistas querían a Reinoso, ya tenemos a Reinoso. La gente quería triunfos, ya tenemos triunfos, la afición quería sentir de nuevo el americanismo, éste ya se ve reflejado de de nuevo en la banca con el cuerpo técnico y su inigualable filosofía y sentimiento.
Es cosa de tiempo, porque muy pronto el Azteca debe de volver a tener esas entradas a las que equipos como el de Roca y Cárdenas en los setentas, del propio Reinoso y Vieira en los ochentas y Beenhakker en los noventas siempre tuvimos.
El ‘Maestro’ está de vuelta y la afición, la noble afición del América, que gracias a ella el equipo es lo que es, debe de regresar ¡CUANTO ANTES! a ocupar su lugar de siempre en las gradas del dos veces mundialista estadio Azteca.
Vamos todos a llenar el Azteca, a olvidarnos de rencores con los de pantalón largo y a recordar que lo importante son los futbolistas, los que corren con la pelota y meten los goles.
Como dijo José José, “ya lo pasado pasado”, ahora es el momento del gran América. Y vamos con todo, porque sí somos americanistas.
Expresa tu opinión, escríbeme a cartas@realidadamericanista.com
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Lo que tanto había pedido la gente fue concedido. La afición, harta de errores y errores directivos se ausentó del estadio, y con justificada razón.
Peor no podíamos estar y casi se toca fondo, afortunadamente los cambios se empiezan a dar y en buen momento.
Un olor a americanismo que hace mucho no se respiraba en Coapa se respira de nuevo, y es lo que la afición, lo más importante de éste asunto, quería.
Con Reinoso volvieron las victorias, y regresó también la alegría de la afición.
Ahora falta el siguiente paso: que ésta se haga presente en el estadio Azteca. De visita, y es normal, llenamos y llenaremos las canchas de los rivales.
Ya se jugó contra San Luis en nuestra casa y la entrada no fue buena. Pero hubo factores que considerar, el día, la hora, el clima…
Ahora se viene un reto mayor todavía: contra Querétaro, equipo sin cartel alguno y nula afición en el Distrito Federal, se jugará el domingo a la misma hora del famoso Súper Bowl, que tanta y tanta expectación ha creado.
Esperar una entrada similar a la del miércoles contra el equipo de Ambriz sería normal, por eso no hay que alarmarnos, pero en lo sucesivo la gente se debe de hacer notar ya, decir ¡presente! en el Coloso de Santa Úrsula, sin importar rival, día u hora. ¡Hay que apoyar con gritos en el estadio!
La afición puede estar molesta aun con el presidente americanista, pero hay que entender una cosa, se apoya al equipo, no a Bauer, ya que él no juega. La gente le va al América, no al directivo.
Los americanistas querían a Reinoso, ya tenemos a Reinoso. La gente quería triunfos, ya tenemos triunfos, la afición quería sentir de nuevo el americanismo, éste ya se ve reflejado de de nuevo en la banca con el cuerpo técnico y su inigualable filosofía y sentimiento.
Es cosa de tiempo, porque muy pronto el Azteca debe de volver a tener esas entradas a las que equipos como el de Roca y Cárdenas en los setentas, del propio Reinoso y Vieira en los ochentas y Beenhakker en los noventas siempre tuvimos.
El ‘Maestro’ está de vuelta y la afición, la noble afición del América, que gracias a ella el equipo es lo que es, debe de regresar ¡CUANTO ANTES! a ocupar su lugar de siempre en las gradas del dos veces mundialista estadio Azteca.
Vamos todos a llenar el Azteca, a olvidarnos de rencores con los de pantalón largo y a recordar que lo importante son los futbolistas, los que corren con la pelota y meten los goles.
Como dijo José José, “ya lo pasado pasado”, ahora es el momento del gran América. Y vamos con todo, porque sí somos americanistas.
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