miércoles, 20 de mayo de 2009

Lo bueno, lo malo y lo feo del Clausura 2009.

Terminó el torneo de Clausura 2009 para el América y llegó el momento de hacer el frío y calculador análisis del equipo y los jugadores.

¿Quién cumplió?, ¿Quién hizo más puntos? , ¿Quién tuvo el mejor promedio?, ¿Quién fue el mejor?, ¿Quién falló?, ¿Quién decepcionó?, ¿Quién tuvo menos puntos?, ¿Quién tuvo menos porcentaje?, ¿Quien fue el peor?, ¿Quienes aprobaron?, ¿Quienes reprobaron?, ¿Quienes merecen seguir?, ¿Quienes merecen salir?

Son números, simplemente eso. Y con su frialdad nos daremos cuenta de la verdad, de quiénes tuvieron un buen promedio (que se saca dividiendo los puntos logrados por cada jugador entre el número de juegos que disputó) y de quiénes fracasaron, quiénes fueron un fraude y no deben de seguir en el equipo.

Tan sencillo como eso: apruebas y pasas, ó repruebas y no pasas. Como en la escuela. A fin de cuenta, esto también es una escuela... para los jugadores, que recibieron, su examen final.

Los que tengan números negros habrán pasado, los que están en rojo, reprobaron, y deben irse. Son simples números, que nos dejan pensado en lo que vendrá.

Las Águilas jugaron 17 partidos, ganando 6 (1 como local), empatando 5 (cuatro como local) y perdiendo 6 (tres como local); anotando 25 goles (10 en casa) y recibiendo 27 (14 de ellos en el Azteca), para contabilizar 23 puntos, con una diferencia de goleo de menos uno y terminar en la octava posición de la tabla general.

Por cuarta vez consecutiva no se clasificó a la liguilla, ¡una vergüenza otra vez, un ridículo hostórico, que por primer vez pasa así!

Ramón Ángel Díaz y Jesús Ramírez utilizaron a 21 jugadores. El “Pelado” debutó a George Corral.

Se cumplió cabalmente con la regla de los menores, donde Guillermo Ochoa le dieron el 25% de los minutos en que participó, Edgar Castillo y Daniel Márquez el 50% del tiempo que jugaron, así como Juan Carlos Silva, Enrique Esqueda, George Corral y Joaquín Martínez dieron el 100% de su tiempo, para sumar en total la cantidad de 2170.5 minutos.

El análisis de cada jugador nos dice que aquél que más puntos logró dentro del ranking individual fue Guillermo Ochoa al acumular 125 unidades en 16 partidos disputados. Los que menos puntos lograron fueron Daniel Márquez y Armando Navarrete con solo 6, pero solo participaron un juego.

Hablando de promedios, el mejor fue también para Guillermo Ochoa que obtuvo un pobre 7.81. Eso no habla de la mediocridad del platel. El mejor no llegó a ni a 8 de promedio. Algo alarmante, ya que estamos hablando de lo que se supone es equipo grande, y con un promedio total de 5.91 solo es un conjunto regular, mediocre y del montón, y los números no mienten.

El peor promedio de todos fue el de Juan Carlos Valenzuela. Los números no mienten, 16 partidos disputados ¡reprobando en 8 de ellos!, solo 75 puntos para un promedio de 4.69.

Con él, hubo otros once jugadores con promedio reprobatorio. El segundo más malo fue Joaquín Martínez con 25 puntos en 5 partidos para un promedio de 5.00. El tercero más malo fue Enrique Esqueda con 57 puntos en 11 partidos, para promediar 5.18.

Los otros jugadores que tuvieron promedio reprobado fueron Enrique Vera, Pavel Pardo, Fernando Ortiz, Edgar Castillo, Jean Beausejour, Robert de Pinho, Oscar Rojas, Ángel Reyna y Armando “Woody” Sánchez.

Hubo además, seis jugadores que no llegaron a promediar mínimo 7, y se mantuvieron en la irregularidad en el rango de 6, o sea, aprobaron de panzazo. Ellos fueron Daniel Márquez, Armando Navarrete, Ismael Rodríguez, Andrés Chitiva, Alejandro Argüello, y Juan Carlos Silva.

Salvador Cabañas está en la parte superior de la tabla, con promedio de 7.38, y abajo de él George Corral con un juego jugado y 7 de calificación.

Las estadísticas del torneo de Clausura 2009 son:

El jugador con mejor promedio fue Guillermo Ochoa con 7.81

El jugador que más puntos acumuló fue Guillermo Ochoa con 125

Los jugadores que más partidos jugaron fueron Robert de Pinho y Jean Beausejour con 17

El jugador que más partidos reprobó fue Juan Carlos Valenzuela con 8 (de 16)

El jugador que más goles anotó fue Salvador Cabañas con 13

El jugador que más veces fue amonestado fue Enrique Vera con 8

Los jugadores con más expulsiones fueron Ismael Rodríguez, Enrique Vera, Ángel Reyna y Juan Carlos Silva con 1

El jugador que más minutos estuvo en la cancha fue Guillermo Ochoa con 1440

El jugador con peor promedio fue Juan Carlos Valenzuela con 4.69

Los jugadores que menos puntos de calificación acumularon fueron Daniel Márquez y Armando Navarrete con 6 (solo jugaron una vez)

Los Jugadores que menos partidos jugaron fueron Armando Navarrete, George Corral y Daniel Márquez con 1

Los Jugadores que menos partidos reprobaron fueron Guillermo Ochoa y George Corral con 0

Los jugadores con menos amonestaciones fueron Andrés Chitiva, Salvador Cabañas, Robert de Pinho, Joaquín Martínez y Daniel Márquez con 0

El jugador que menos minutos estuvo en la cancha fue Daniel Márquez con 6.

Lo bueno: que otra vez Cruz Azul no nos ganó.

Lo malo: la marginación de la Liguilla por el título, nuevamente, cuatro al hilo. Fue un fracaso.

Lo feo: la manera de jugar del ‘equipo’ de Jesús Ramírez.

La frase: “El clásico es un partido más”: de Jesús Ramírez.

La revelación: Ninguna.

La satisfacción: Ninguna.

La sorpresa: Ninguna.

Lo increíble: La nefasta actuación de Juan Carlos Valenzuela en el torneo.

La decepción: Fernando Ortiz.

La expectación: Los nuevos refuerzos.

El éxito: Ninguno

El error: Los de Juan Carlos Valenzuela, Fernando Ortiz y Edgar Castillo en muchos juegos donde participaron.

El goleador: Salvador Cabañas.

El imprescindible: Salvador Cabañas.

La duda: ¿Por qué jugaron tan mal todos los refuerzos?

La sorpresa: La contratación de Jesús Ramírez

El mejor portero: Guillermo Ochoa.

El peor portero: ninguno.

El mejor lateral: Ninguno.

El peor lateral: Edgar Castillo.

El mejor central: Ismael Rodríguez.

El peor central: Juan Carlos Valenzuela.

El mejor contención: Ninguno.

La peor contención: Enrique Vera.

El mejor medio: Ninguno.

El peor medio: Jean Beausejour.

El mejor delantero: Salvador Cabañas.

El peor delantero: Enrique Esqueda.

El mejor mexicano: Guillermo Ochoa.

El peor mexicano: Juan Carlos Valenzuela.

El mejor extranjero: Salvador Cabañas.

El peor extranjero: Enrique Vera.

El mejor jugador: Guillermo Ochoa.

El peor jugador: Juan Carlos Valenzuela.

El mejor directivo: Ninguno.

El peor directivo: Jaime Ordiales.

El “cliente” americanista: Cruz Azul.

El “coco” americanista: Guadalajara, Atlante y Monarcas.

El éxito: Ninguno

El fracaso: Todo el América y lo que lo rodea

El error: Haber dejado a Ramón Ángel Díaz en el equipo en el inicio del torneo.

El mejor gol: El de Salvador Cabañas al Toluca, Jornada 2

El gol más rápido: Salvador al Cruz Azul, Minuto 6, Jornada 10

El goleador: Salvador Cabañas con 6

El imprescindible: Salvador Cabañas.

El mejor partido: América 3 – Cruz Azul 1, Jornada 10

El peor partido: América 1 – U.A.G. 2, Jornada 15

El desaire: De la afición Americanista en el Azteca, que tuvo entradas paupérrimas.

El repunte: Ismael Rodríguez.

El sospechoso: Ramón Díaz. Fue a promocionarse a Argentina y finalmente logró lo que quería: que lo despidieran en la fecha 4.

La baja de juego: Pavel Pardo.

La bofetada: La contratación de Robert de Pinho.

La crítica: De los medios escritos y electrónicos hacia la manera de jugar de los americanistas.

La decepción: El técnico Jesús Ramírez.

La desilusión: Las contrataciones realizadas.

Lo indignante: El sinvergüenza de Ramón Ángel Díaz, ladrón descarado.

La injusticia: Haber dejado a Ramón Ángel Díaz como entrenador al comenzar la campaña.

La lesión: Salvador Cabañas contra Indios (no jugó contra el Guadalajara).

El fiasco: Fernando Ortiz y Jean Beausejour.

La mejor contratación: Ángel Reyna.

La peor contratación: Todas las demás.

La duda: ¿Por qué pesa tanto Yon de Luisa?

La sorpresa: Jesús Ramírez designado director técnico americanista.

Lo increíble: Que la directiva no haya corrido al sinvergüenza argentino Díaz cuándo se enteró de las bajezas del tipo.

El anti- profesionalismo de la temporada: El mercenario de Ramón Ángel Díaz.

El conflicto: Las diferencias entre Jesús Ramírez con Enrique Vera, Edgar Castillo y Fernando Ortiz.

domingo, 10 de mayo de 2009

Nuevamente eliminados (ya es normal).

¡Lo lograron!, hicieron todo, todo lo absolutamente posible, necesario, indispensable para lograrlo… y lo consiguieron: el América está eliminado y por PRIMERA VEZ en la vida, no califica a la liguilla por CUARTA OCASIÓN consecutiva.

Parece muy lejano aquel triste Junio del año 1975 cuando los Cremas no calificaron a la liguilla del campeonato 74-75, tercera vez en forma seguida que faltó a la fiesta del futbol mexicano. Las palabras de Panchito Hernández, fueron claras: “El América es un equipo grande, y un equipo grande no se puede dar el lujo de faltar a una serie final, mucho menos tres veces consecutivas”. Sus palabras fueron acompañadas de varios cambios, de jugadores, de entrenador y de forma de juego. Y con ellos los americanistas nos acostumbramos a través de los años a ser eso, un equipo grande… hasta que llegó el año 2008, y ahora el 2009.

Desde una INFIMA planeación administrativa, una aberrante dirección técnica dividida en dos partes, humillante y vergonzosa la primera, desastrosa, amateur y sin sangre la segunda y con futbolistas con azúcar y agua en las venas en lugar de sangre, mediocres, chiquitos, cremosos, agrandados y prepotentes que se niegan a dar un autógrafo a los fans, que es a quién únicamente se deben, a la afición.

Esté ridículo, rebasa ya los limites de un ‘FRACASOTOTOTE’, ya es algo más.

Porque el ‘FRACASOTOTOTE’ se da desde el mismo dueño. El hecho de que Azcárraga Jean siga siendo el dueño del América, es ya en sí, el ‘FRACASOTOTOTE’ más grande que en la vida las Águilas puedan tener.

Y de ahí para abajo. Desde sus amigos que le “aconsejan” a quién poner al mando del equipo, hasta aquellos que sí cobran directamente en el club.

Un equipo de futbol, necesita un PRESIDENTE que si sepa de futbol PROFESIONAL. Debe ser alguien con EXPERIENCIA en el ramo, con un pasado curtido en vivencias y un currículum DENTRO DEL FUTBOL DE PRIMERA DIVISIÓN.

Michel Bauer, excelente persona, ha hecho lo que ha podido, pero está atado de manos. Logró convencer al dueño de soltar el dinero para hacer las contrataciones pertinentes. Aquí lo malo fue, que de esas ocho contrataciones, NINGUNA dio resultado. Y la culpa íntegra es del Director Deportivo Jaime Ordiales, quien es el responsable de traer a “su gente de confianza”, gente que vino a ROBAR.

A Ordiales lo puso Yon de Luisa Plazas, Vicepresidente americanista, que ya estaba desde la gestión de Guillermo Cañedo White y que siguió dentro del equipo a la salida del anterior Presidente... por algo será.

Y De Luisa lleva a Ordiales, su amigo a trabajar a un equipo donde él jamás jugo, donde él no conoce absolutamente nada del América y para acabarla, a hacer negocios para su hermano, el promotor Mario Ordiales. Fracasados todos.

Causa repulsión ver a Ordiales en un puesto que debería ser para una persona con experiencia y que conozca lo que es el América, que lo lleve en la sangre, como Carlos Reinoso por ejemplo, y si no, Cristóbal Ortega o Luis Roberto Alves, AUTÉNTICOS americanistas, de verdad. Ordiales hoy día, ocupa la silla que por muchos años ocupo Panchito Hernández. Nada más.

Michel Bauer es una persona con mucha experiencia en ventas y puede seguir ligado al club en esa área, pero por más buenas intenciones y buena gente que sea, no ha podido con el paquete, y no porque él no quiera, sino porque el América, adentro, todo está dividido, por no decir, PODRIDO.

Para beneplácito de los VERDADEROS AMERICANISTAS, ya se le fue a Televisa el Necaxa. Nos da gusto, mucho gusto. Qué sepan lo que es perder dinero, para que se den cuenta qué por querer ganar dinero, han hecho del América una basura, y es lamentable.

¡Qué las credenciales de Socio Águila, qué la camisa retro blanca (¿sabrán los encargados del marketing en el América que sus colores son AMARILLO y AZUL?), qué el periódico semanal, que la revista Fibra América (patética), qué el asiento reservado, etc.!

¡Primero debe de estar LO DEPORTIVO!, luego lo económico. Para muestra, un botón: Indios de Ciudad Juárez o Puebla, que contando con planteles en el papel paupérrimos, inferiores al América y con entrenadores de bajo perfil, demostraron que lo primero en la cancha es HUMILDAD y lo segundo CORAZÓN. Y ellos sí jugaron para SU PÚBLICO, que es a quién se debe el futbolista.

El América va que vuela a la Primera A, si seguimos con esta tendencia, si continua este equipo administrativo, si sigue ese INVISIBLE entrenador y sobre todo si los jugadores serán los mismos.

Mientras en el América no exista un hombre maduro con experiencia, voz, voto, liderazgo, mando y pasado futbolístico de manera PROFESIONAL, y que él haga lo que quiera dentro del equipo, como lo hicieron Don Guillermo Cañedo de la Bárcena y Emilio Díez Barroso, no saldremos jamás del hoyo.

Qué dolor, que pena América y lo peor que no faltaran los conformistas felices por el hecho de haber terminado ganando ¡por fin! dos partidos consecutivos. M-E-D-I-O-C-R-E-S.

Ahora, a luchar por no descender el año entrante a Primera A. De calificar a la liguilla, ya ni pensarlo. El equipo de Televisa es un equipo mediocre y chico, de esos que siempre se preocupan por no descender y jamás en la vida por calificar. A esto nos llevó Emilio Azcárraga Jean.

¡Don Emilio, perdónelo usted allá en el cielo, nosotros los americanistas que seguimos vivos, no lo haremos, jamás!