miércoles, 31 de diciembre de 2008

Michel Bauer, el personaje del año.

Parece que la historia se repite, o se puede repetir.

Cuando Emilio Díez Barroso asumió como presidente del América el 2 de Julio de 1981, fuera de Televisa se sabía poco de él. Era vicepresidente de la dirección de noticieros y de eventos especiales. Acudió a los mundiales de Alemania 74’ y Argentina 78’ como jefe de todo el operativo televisivo pero no tenía experiencia en asuntos futbolísticos, solo operativos. Era joven, tenía 33 años. Los resultados, de ese 1981 a 1996, todos los conocemos de sobra.

Michel Bauer hace seis meses era el centro de atención. Muchos, de entrada le atizaron, sin siquiera haber entrado en funciones. Agarró una bomba caliente. Mejor dicho, se la dieron.

La razón por la que Emilio Azcárraga o quién mande en Televisa lo puso como presidente americanista no quedo clara para muchos o para todos. Fue mal visto por muchos, en primer lugar por carecer de experiencia en el medio futbolístico y segundo por ser un desconocido en general, más allá de en su empresa, donde siendo Director de Ventas, obtuvo grandes resultados para la casa que le paga.

Empezó con el pie izquierdo al aceptar la sugerencia de que Jaime Ordiales, un ex chiva y ex cementero de cepa, fuese quien tomara el puesto de Director Deportivo del equipo. Y no precisamente porque Ordiales haya jugado en los dos máximos rivales deportivos de las Águilas, sino porque su hermano, Mario es promotor de futbolistas, a quienes se vinculan con las Águilas. Y en el América, el horno no está para bollos. Las habladurías siempre vendrán y más si como en el torneo pasado, los refuerzos fueron un verdadero desastre. Se dirá que llegaron porque hubo arreglo familiar. Y eso no está bien para el equipo y le pone mayor presión al mismo Ordiales.

Bauer tropezó con una dura realidad: la actualidad del América. Y cometió un grave error, hablar de una ‘reingeniería’, cuando no hubo absolutamente nada y llegaron puros petardos, tan es así que solo uno sigue (Enrique Vera, por cierto, el peor de los refuerzos adquiridos en el verano pasado).

Tal vez su inexperiencia en la materia lo llevo a contratar a un sobrevaluado y carísimo entrenador, que en México demostró dos cosas: que como director técnico es uno más del montón y que como persona no vale nada, es traicionero, ventajista y conflictivo.

Bauer pagó derecho de piso en el Apertura 2008, pero ahora eso quedó atrás y ha demostrado que está listo y dispuesto a no solamente ser un educado, amigable, abierto y entregado directivo. Ahora va por todo. Como debe de ser. Como debe de ser el Presidente del América.

“Bauer, según se le describe en Televisa, es un hombre astuto, duro, hostil si es necesario, en el momento de negociar y reclamar disciplina, incluso por momentos su personalidad llegaba a ser temible porque tras ciertas tolerancias al error o la negligencia, luego era, simplemente, inquebrantable. Es decir, el hombre de la voz afable, modulada, de maneras y modales educados, era el hombre que estuvo engañando a todos, pero sin mentirle a nadie.” Describe Rafael Ramos de LA OPINIÓN de los Ángeles, en su columna.

Generalmente la soberbia es el común denominador de varios Presidentes de clubes, de Directores de empresas. Él no la tiene. Ahora, Michel, ha amalgamado algo muy importante: sensibilidad, inteligencia y educación con el derecho que le da el poder, la voz y el voto que él tiene.

En muy corto tiempo logró algo que parecía materialmente imposible: convencer a Azcárraga de que el América necesitaba URGENTEMENTE UNA FUERTE INVERSION. Dicho en castellano, que le soltara una lana, para así poder contratar a los elementos necesarios, para tener un equipo digno, ganador, importante.

Haber convencido al dueño, de que ‘apoquinara el billete’, es una gran labor, digna de resaltarse.

Contrató a ocho buenos futbolistas. "Es el juicio del cuerpo técnico y también de Jaime Ordiales y el mío. Entre los tres decidimos los refuerzos", dijo en entrevista. Además todavía pueden darse más altas, y es normal, el equipo titular está muy bien armado pero no tenemos banca confiable.

Tal vez no son los mejores ocho del futbol mexicano, pero son muy buenos futbolistas, incluso, años luz mejores que los que se fueron y además algo especial: ya no llegaron más bultos y vividores argentinos como en cascada nos habían llovido en los últimos años (Bilos, Carigñano, ¡Castromán!, Insúa, Higuaín, ¡Domínguez!). Ortiz ya jugó en México y demostró ser confiable.

Otro gran acierto de Bauer fue el que haya dado luz verde para que todos aquellos jugadores vegetales, fósiles e inservibles salieran del equipo.

Lo único lamentable es la salida de Germán Villa, quién se fue por culpa de un pelado dictador.

Pero si algo hizo de maravilla Bauer, fue no permitirle a dicho sujeto argentino, que se burlara del América, después del papelón que fue a hacer en su natal Argentina, a donde se fue a vender, a ofrecer al mejor postor.

¿Que por qué sigue este indeseable tipo en el equipo?, simple: por dinero. Sí, por su dinero, porque el tipo es intratable, insufrible y traidor, pero inteligente y el JAMAS IBA A RENUCIAR PUES PERDERÍA SU MILLONARIA CIFRA. Y pues le leyeron la cartilla: “te vas y será sin dinero y boletinado en FIFA, donde no podrás dirigir”. Simple, ¿no?, por eso tendremos que aguantar la cara del “entrenador” al menos durante seis meses más, esto si es que sus pobres resultados no lo juegan una broma antes de tiempo.

De entrada, es una OBLIGACIÓN pare él GANAR EL INTERLIGA.

"Queremos ser este año el primer equipo mexicano en ganar la Copa Libertadores", fue tajante el presidente Águila en la presentación de sus flamantes ocho refuerzos. Y para ello, deben ganar el Interliga. "Hay que ganar siempre los Clásicos, eso lo tenemos en claro todos en América". Y cerró con broche de oro: "Pretendemos dar al América este año un nuevo título, hemos trabajado buscando refuerzos para ello".

Con ello Michel aceptó que el futuro de Díaz está condicionado a conquistar las metas previstas.

Hasta ahora, las cosas van bien, antes del inicio del Clausura. Parece ser que Bauer es la persona que los azulcremas necesitan para salir del hoyo. Ahora solo le hace falta algo: llevar a Carlos Reinoso a su equipo de trabajo. Su experiencia es invaluable y necesaria y tenerlo como asesor ayudaría mucho.

Pero al día, en la suma del recuento de los daños, el presidente ha sabido tomar el toro por los cuernos, le ha dado un giro al americanismo y una nueva ilusión.

Es por ello, que Michel Bauer es el personaje del año.

martes, 30 de diciembre de 2008

El falso récord que nos quieren vender.

Mucho se ha hablado de la famosa marca de Hernán Cristante, de que cuántos partidos sin gol recibido, que cuántos minutos.

Pues bien, otra vez, y como de costumbre, la prensa, la televisión y Televisa se equivocan.

El ‘récord ’de Cristante quedó en 772 minutos.

Pues bien, el América, entre el final de la temporada 75-76 y el comienzo de la 76-77 sumo más minutos que el Toluca con su marco invicto.

Todo comenzó en la fecha 37, partido León contra América en el Nou Camp. Domingo 11 de julio de 1976. Los Cremas perdieron 2-1 y el segundo gol leones, obra de Walter Daniel Mantegazza cayó al minuto 36. Ahí comienza la cuenta. El arquero azulcrema era Rafael “Wama” Puente y sumó 54 minutos sin gol.

Para la siguiente jornada, la 38, el domingo 18 de julio, nuevamente fue Puente el portero contra Zacatepec en el Azteca y los Millonetas ganaron 4-0. Así, se suman 90 minutos a los 55 del partido pasado. A esta altura se llevaba 144.

Comenzó la Liguilla y el rival fue la Universidad Autónoma de Guadalajara. El primero partido, el jueves 22 de Julio en el estadio Tres de Marzo ganó el América 1-0 y el arquero fue Paco Castrejón. Se suman 90 minutos a los 144 que se llevaban para tener 234. El juego de vuelta el 25 de julio de en el Azteca terminó con empate sin goles y en la meta estuvo Néstor Rafael Verderi. Sumamos otros 90 minutos a los 234 que se llevaban para contabilizar 324.

El América pasó a semifinales y el rival fue el Unión de Curtidores. Jugamos primero el jueves 29 de julio en el estadio de la Martinica de León, Guanajuato y la revancha el domingo 1 de julio de 1976 el Azteca. Ambos partidos los ganamos 1-0 y los dos los paró Paco Castrejon. Sumamos 180 minutos más, que agregados a los 324 nos dan 504 minutos al momento.

La gran final se disputó contra los Leones de la Universidad de Guadalajara, primero en el estadio Jalisco el miércoles 4 de agosto en el Jalisco, cuando el conjunto de Raúl Cárdenas goleó 3-0 y la vuelta fue el domingo 8 de agosto, mañana que el América ganó 1-0 y se tituló. El cancerbero en ambos partidos lo fue Castrejon, para así sumar otros 180 minutos a los 504 que se llevaba. Ahora la cuenta decía que eran 684 minutos sin gol en contra.

Y la cosa seguía. El cuadro americanista disputó el duelo del ‘Campeón de Campeones’ contra los Tigres del Universitario de Nuevo León el domingo 15 de agosto en el Azteca, y ganamos 2-0- Otra vez Castrejón como titular y otros 90 minutos más, que agregados a los 684 nos daban 774.

Terminó así el Torneo 75-76 y al iniciarse el Campeonato 76-77, el primer rival del América fue el Puebla. La fecha, el domingo 12 de septiembre de 1976. Los Cremas vieron rota su marca de gol en contra al minuto 79 cuando el poblano Juan Alvarado batió a Rafael “Wama” Puente, quién fue el potero titular esa vez. América gano 2-1. Así a los 774 minutos se suman los 79 de éste juego para contabilizar 853 minutos sin gol en contra.

Así que si el “récord” de Cristante quedó en 772, (gracias al ahora Americanista Edgar Castillo, ¿qué cosas no?) el del América, con tres guardametas quedo en 853. Y es más, desde la misma 75-76, sin sumar los 79 de la 76-77 contra Puebla, la marca de Puente, Verderi y Castrejón era de 774, todavía más que los 772 del arquero argentino del Toluca.

Pero la marca real del club América es de 853 minutos seguidos en partidos oficiales sin recibir gol en contra. Y hasta donde sabemos, 853 son más que 772.

Fue una vergüenza ver como durante la trasmisión del partido semifinal entre Toluca y Santos, los “cronistas” de Televisa dijeron hasta el cansancio, felices de la vida un dato erróneo.

¿No que Ricardo Salazar tiene su colección privada?, pues esta vez, ni fue tan privada, ni fue correcta.

Honor a quien honor merece. Rafael Puente, Néstor Rafael Verderi y Francisco Castrejón, no solamente están con letras de oro en la historia americanista, sino también en el Futbol Mexicano, con un récord que nadie ha batido.

Y con dos récords, no solo uno, ya que el América es el ÚNICO EQUIPO EN LA HISTORIA EN HABER GANADO UNA LIGUILLA SIN RECIBIR GOL EN CONTRA EN NINGUN PARTIDO.

¿Mentira, ineptitud o mala leche?

Cómo si fuera poco la deleznable campaña que hizo el equipo, el desastroso año que tuvo, todavía tenemos que aguantarnos algunas abominables situaciones.

Es increíble que a la fecha, todavía existan algunos ‘comunicadores’ o periodistas que se pavoneen y alardeen diciendo que el América tiene 10 títulos.

Para muestra, un boton. Durante la transmisión del partido semifinal entre Toluca y Santos, Raúl Sarmiento, el principal porrista y palero del América, mencionó varias ocasiones que “el que gane la final del Apertura, ya sea Toluca o la Cruz Azul, llegará a nueve títulos, uno menos que el América”.

Todos conocemos lo a veces poco objetivo y parcial que Sarmiento resulta al narrar los juegos del América, y al opinar del equipo de “sus amores”. Vaya, nos recuerda aquella época, cuando se decía había línea en Televisa para apoyar a los entonces Cremas. Con solo recordar cómo apoyaba a Duilio Davino y decía que había jugado maravillosamente, cuándo en verdad había sido una calamidad.

Ahora, es inaudito que alguien quien se dice ‘conocedor y experto’, se empalague diciendo una y otra vez, semejante mentira, todo por seguir órdenes de arriba. El América tiene CATORCE TÍTULOS DE LIGA: 24-25, 25-26, 26-27, 27-28, 65-66, 70-71, 75-76, 83-84, 84-85, 85 Prode, 87-88, 88-89, 2002 Verano, 2005 Clausura. CATORCE, NO DIEZ.

Y al decir de arriba, debe de ser de muy arriba, y todo por cuestiones comerciales. ¿Cómo estará de podrido el asunto que en el mismo América, la misma directiva afirma (esto desde la época de Pérez Teuffer y luego Cañedo) que el conjunto tiene 10 campeonatos?

¿Se acuerdan de la famosa camiseta con las DIEZ estrellas que sacaron luego del campeonato en el Clausura 2005? ¿Cuestiones mercadológicas? ¿Se escucha ‘más bonito’ diez que catorce? ¿Vende más?

Me pregunto, si la época de ‘Record’, de Nacho de la Garza, de Núñez Cortina, de Domínguez Cortina, del ‘Oso’ Cerrilla, de Benito Contreras, Garcés y Carral no existe, ¿entonces quién demonios forjó y formó éste club en 1916?

Me cuestionó, ¿por qué, pomposamente se hizo una campaña publicitaria y la famosa y nefasta votación del ’11 ideal de la página oficial’ para celebrar los 92 años?, ¿para qué, si no se toma en cuenta más que de 1943 para acá?

¿Por qué clubes como Pachuca y Guadalajara celebraron sus centenarios y se pavonearon de ello, si finalmente la estadística no cuenta?

Si no contara, entonces estos equipos no tendrían más de cien años de existir.

Pachuca desapareció por mucho tiempo pero antes de hacerlo gano títulos amateurs en la misma liga donde el América, el Necaxa y sus ‘once hermanos”, el Atlante, el España, el Asturias, el A.D.O, el Aurrera y muchos otros competían. La liga Mayor de México.

Que no competían en esa liga clubes tapatíos. Ese es su problema. Era la liga ‘OFICIAL de México’.

Ahora resulta que desde la misma Televisa borran de un plumazo los logros DEPORTIVOS e históricos de un puñado de muchachos que logaron conquistar un tetracampeonato.

Estoy seguro que en el cielo, los dueños, los verdaderos dueños de esa hazaña, los jugadores que conquistaron los títulos de 1924 a 1928, se están queriendo volver a morir por la injusticia que aquí, algunos mortales, con un poco de poder pero sin cinco centavos de gratitud, sensatez, lealtad e inteligencia hacen a su antojo, por así convenir a sus intereses comerciales.

Si a determinada gente tanto le incomodan los títulos de los años veintes, pues cada que hablen del tema pueden decir “América lleva 14 títulos en su historia, 10 en la época profesional, pero catorce en total”.

Porque según tengo entendido, en aquellos tiempos, cuando la cosa era ‘amateur’ se jugaban once contra once, había un balón, había un árbitro y dos abanderados y ganaba el que metía más goles.

La Fderación Mexicana de Futbol se fundó en 1927, año que el América era campeón. La primera Selección Mexicana de Fútbol se formó en 1923 siendo el América quién representó a México y la primera participación en un evento internacional fue durante los Juegos Olímpicos de 1928 en Ámsterdam. Y era tan importante esa época que hasta hubo tres mundiales en 1930 en Uruguay, 1934 en Italia y 1938 en Francia y México participó incluso en el primero. Para el cuarto Mundial, en 1950 ya se había instituido el profesionalismo en México.

Entonces ya basta de querer hacer menos los títulos obtenidos en la época amateur. Valen tanto como los devaluados y baratos torneos cortos.

Y pues que se puede esperar si en tu misma casa te acuchillan, pues fuera de ella peor tantito. No solo en Televisa hay gente que en lugar de informar, desinforma. Tanto en los medios electrónicos como en la prensa.

Ojalá y que a quién le quede el saco, se lo ponga y se dedique a decir las cosas como deben de ser, aunque les cueste un poquito más de trabajito.

El 'Pelado' Díaz, un auténtico pelado.

Durante su primera temporada en Mexico, con ínfimos resultados, me dedique a ‘bancarlo’, era su debut en México, había que darle el beneficio de la duda.

Pésimo motivador, peor estratega, infame en sus cambios y con mal vestidor. ¿O no, Villa?

Fui cauto y reservado al momento de hacer un juicio hacia él, más no hacia su muy mal trabajo.

Desde que llegó, lo hizo con el píe izquierdo. No se digno estar en el mentado draft de Cancún, y no escogió el mismo a sus refuerzos. Obviamente por eso, Medina y Moreno terminaron sin jugar. Y al único que escogió, resultó un petardo, como lo fue Vera.

Se decía que era un tipo difícil, ególatra, insoportable. Tan insoportable como sus resultados.

Terminó el torneo y la gota que llenó el vaso apareció: se aventó la desfachatez de afirmar que no había sido fracaso el hecho de que el equipo no calificara a la liguilla por tercera vez consecutiva. Cosa que no pasaba desde 1975.

Pero su cinismo tuvo una explosión. Ahora sí, el vaso se derramó y la ultima gota fue la artimaña que armó en su querida Argentina, al irse a prostituir como el más bajo y vil mercenario para suplicar a su ex equipo River Plate, que lo repatriara, suplicando que le hicieran una oferta un ‘poco mayor ’a la que las Gallinas le hacían de millón y medio de dólares, lejos todavía de los TRES MILLONES DE DÓLARES que el tipo se gana en MÉXICO, sin hacer absolutamente nada importante.

Como allá no es acá, y no le permiten groserías de ese calibre que aquí si le solapan, después de haber sido desenmascarado por un alto directivo del cuadro de Núñez, a las doce horas ya estaba en “ México acogedor” (de donde se dice su esposa salió para no volver) para ‘empezar un nuevo reto’.

¡Pamplinas! Y todavía, fiel a su estilo y personalidad, se avienta el verso estúpido de que ‘el no se fue a ofrecer’, y que a el “todos los equipos de Argentina SIEMPRE lo buscan”.

¡Mercenario, aprovechado, sinvergüenza!

Pero no tiene la culpa el indio, sino quién lo hace compadre.

Y lógicamente en el América no le dirán ni media palabra, porque simple y sencillamente no pueden correrlo debido a la altísima cantidad de dólares que éste pelado se llevaría en caso de ser despedido. Será todo lo cínico del mundo, pero tonto no es.

Ni modo, ahora sí que ‘a chingarnos’, no nos quedara de otra. Y una de dos, o efectivamente le refuerzan el plantel con gente de primer nivel en calidad y en CANTIDAD, y así sale Campeón, o iremos más pronto que nunca en camino a la Primera “A”, a donde nos puede llevar a este funesto tipo, que como profesional no demostró nada aun, y que al menos 10 mexicanos con mucho menor perfil y con muchos menos millones de pesos en sus contratos harían mejor las cosas que él.

Es la hora de la verdad para este desvergonzado a quién solo le importa el dinero. Pero eso no debe de extrañárnos. Ya que está en un lugar, donde desde hace tiempo, lo primordial es el aspecto económico, y luego lo deportivo.

Lo bueno, lo malo y lo feo del Apertura 2008.

Terminó el torneo de Apertura 2008 para el América y llegó el momento de hacer el frío y calculador análisis del equipo y los jugadores.

¿Quién cumplió?, ¿Quién hizo más puntos? , ¿Quién tuvo el mejor promedio?, ¿Quién fue el mejor?, ¿Quién falló?, ¿Quién decepcionó?, ¿Quién tuvo menos puntos?, ¿Quién tuvo menos porcentaje?, ¿Quien fue el peor?, ¿Quienes aprobaron?, ¿Quienes reprobaron?, ¿Quienes merecen seguir?, ¿Quienes merecen salir?

Son números, simplemente eso. Y con su frialdad nos daremos cuenta de la verdad, de quiénes tuvieron un buen promedio (que se saca dividiendo los puntos logrados por cada jugador entre el número de juegos que disputó) y de quiénes fracasaron, quiénes fueron un fraude y no deben de seguir en el equipo.

Tan sencillo como eso: apruebas y pasas, ó repruebas y no pasas. Como en la escuela. A fin de cuenta, esto también es una escuela... para los jugadores, que recibieron, su examen final.

Los que tengan números negros habrán pasado, los que están en rojo, reprobaron, y deben irse. Son simples números, que nos dejan pensado en lo que vendrá.

Las Águilas jugaron 17 partidos, ganando 5 (7 como local), empatando 6 (uno como local) y perdiendo 6 (uno como local); anotando 22 goles (13 en casa) y recibiendo 23 (14 de ellos en el Azteca), para contabilizar 21 puntos, con una diferencia de goleo de menos uno y terminar en la decimotercera posición de la tabla general. ¡Una vergüenza otra vez!

Por tercera vez consecutiva no se clasificó a la liguilla

Ramón Ángel Díaz utilizó a 24 jugadores. El “Pelado” debutó a dos futbolistas, Lampros Kontogiannis y Joaquín Martínez.

Cumplió cabalmente con la regla de los menores, donde los jugadores Guillermo Ochoa, Juan Carlos Mosqueda y Rodrigo Íñigo le dieron el 15% de los minutos en que participaban, Daniel Márquez le dio el 50% del tiempo que jugó, así como Juan Carlos Silva, Enrique Esqueda, Lampros Kontogiannis y Joaquín Martínez dieron el 100% de su tiempo, para sumar en total la cantidad de 3130.00 minutos.

El análisis de cada jugador nos dice que aquél que más puntos logró dentro del ranking individual fue Guillermo Ochoa al acumular 131 unidades en 16 partidos disputados. El que menos puntos logró fue Daniel Márquez con solo 5, pero solo participó un juego, por lo que su promedio fue malo.

Hablando de promedios, el mejor fue el de Armando Navarrete quién en una sola participación obtuvo 9.

El peor promedio de todos fue el de Juan Carlos Mosqueda. Los números no mienten, 6 partidos disputados ¡reprobando en 5 de ellos!, solo 25 puntos para un promedio de 4.17.

Con él, hubo otros nueve jugadores con promedio reprobatorio. El segundo más malo fue el argentino Sebastián Domínguez con 57 puntos en 12 partidos para un promedio de 4.75. El tercero más malo fue Juan Carlos Medina con 53 puntos en 11 partidos, para promediar 4.82

Los otros jugadores que tuvieron promedio reprobado fueron Daniel Márquez, Rafael Márquez Lugo, Juan Carlos Silva, Federico Insúa, Rodrigo Íñigo, Enrique Vera y Oscar Rojas.

Hubo además, diez jugadores que no llegaron a promediar mínimo 7, y se mantuvieron en la irregularidad en el rango de 6, o sea, aprobaron de panzazo. Ellos fueron Guillermo Cerda, José Antonio Castro, Alfredo Moreno, Ismael Rodríguez, Armando Sánchez, Alejandro Argüello, Germán Villa, Lampros Kontogiannis, Enrique Esqueda y Joaquín Martínez.

Salvador Cabañas está en la parte superior de la tabla, con promedio de 7.36, arriba de él Carlos Sánchez con un juego jugado y 8 de calificación.

Cabe destacar que de 24 jugadores, solo tres lograron superar el 8 de promedio, y dos de ellos (Navarrete y Carlos Sánchez en un solo juego), algo alarmante, ya que estamos hablando de lo que se supone es equipo grande, y con un promedio de 6.13 solo es un conjunto regular, mediocre y del montón, y los números no mienten.

Las estadísticas del torneo de Apertura 2008 son:

El jugador con mejor promedio fue Armando Navarrete con 9.00

El jugador que más puntos acumuló fue Guillermo Ochoa con 131

Los jugadores que más partidos jugaron fueron Alejandro Argüello y Federico Insúa con 17

Los jugadores que más partidos reprobaron fueron Juan Carlos Medina y Sebastián Domínguez con 8

El jugador que más goles anotó fue Salvador Cabañas con 6

El jugador que más veces fue amonestado fue Enrique Vera con ¡10!

Los jugadores con más expulsiones fueron Ismael Rodríguez, Sebastián Domínguez, Alfredo Moreno, Rodrigo Íñigo y Germán Villa con 1

El jugador que más minutos estuvo en la cancha fue Alejandro Argüello con 1296

El jugador con peor promedio fue Juan Carlos Mosqueda con 4.17

El jugador que menos puntos de calificación acumuló fue Daniel Márquez con 5

Los Jugadores que menos partidos jugaron fueron Armando Navarrete, Carlos Sánchez y Daniel Márquez con 1

Los Jugadores que menos partidos reprobaron fueron Armando Navarrete, Guillermo Ochoa y Carlos Sánchez con 0

Los jugadores con menos amonestaciones fueron Guillermo Cerda, Carlos Sánchez, Rafael Márquez Lugo, Rodrigo Íñigo, Juan Carlos Mosqueda y Oscar Rojas con 0

El jugador que menos minutos estuvo en la cancha fue Daniel Márquez con 23.

Lo bueno: que otra vez Cruz Azul no nos ganó.

Lo malo: la marginación de la Liguilla por el título. Fue un fracaso.

Lo feo: la manera de jugar del ‘equipo’ de Ramón Ángel Díaz.

La frase: “Castro es un símbolo americanista (…)”: de Jaime Ordiales.

La satisfacción: Ninguna.

Lo increíble: La nefasta actuación de Sebastián Domínguez en el torneo.

La decepción: Estar fuera de la Liguilla una vez más.

La expectación: Los nuevos refuerzos.

La duda: ¿Por qué no jugaron nunca Alvin Mendoza, Omar Tena y Carlos Infante?

La sorpresa: El buen nivel de Armando Sánchez como central luego de su infame campaña anterior.

El mejor portero: Guillermo Ochoa.

El peor portero: ninguno.

El mejor lateral: Ninguno.

El peor lateral: Rodrigo Íñigo (cuándo jugó ahí).

El mejor central: Ninguno.

El peor central: Sebastián Domínguez.

El mejor contención: Ninguno.

El peor contención: Enrique Vera.

El mejor medio: Ninguno.

El peor medio: Juan Carlos Medina y Juan Carlos Mosqueda.

El mejor delantero: Salvador Cabañas.

El peor delantero: Enrique Esqueda.

El mejor mexicano: Guillermo Ochoa.

El peor mexicano: Juan Carlos Mosqueda.

El mejor extranjero: Salvador Cabañas.

El peor extranjero: Sebastián Domínguez.

El mejor jugador: Guillermo Ochoa.

El peor jugador: Sebastián Domínguez.

El mejor directivo: Ninguno.

El peor directivo: El que decidió hacer esas contrataciones.

El “cliente” americanista: Cruz Azul.

El “coco” americanista: Guadalajara y Atlante.

El éxito: ¿Es broma?

El fracaso: América versión 2008

El error: Haber dejado a Sebastián Domínguez en el equipo y no reforzar la defensa.

El mejor gol: El de Alfredo Moreno al Puebla, Jornada 12

El gol más rápido: Salvador al Cruz Azul, Minuto 5, Jornada 10

El goleador: Salvador Cabañas con 6

El imprescindible: Salvador Cabañas.

El mejor partido: América 2 – Cruz Azul 0, Jornada 10

El peor partido: América 1 – Tigres 3, Jornada 7

El desaire: De la afición Americanista en el Azteca, que tuvo entradas paupérrimas.

El repunte: Armando Sánchez.

El sospechoso: Ramón Díaz. Acepto dirigir el equipo, por una suma millonaria y no lo reforzó él mismo.

La baja de juego: Federico Insúa.

La bofetada: La contratación de Rafael Márquez Lugo y Jaime Ordiales, “solo porque sí”.

La crítica: De los medios escritos y electrónicos hacia la manera de jugar de los americanistas.

La decepción: El técnico Ramón Ángel Díaz.

La desilusión: Las contrataciones realizadas.

La fiesta: El aniversario número 92. No hubo fiesta.

Lo indignante: La encuesta manipulada para escoger el 11 ideal en la página oficial. Una falta de respeto a la gente

La frustración: No calificar por tercera vez seguida a una liguilla.

La gratitud: La afición americanista.

La ingratitud: No haber dejado a Juan Antonio Luna como entrenador por su “bajo perfil”

La injusticia: No haber dejado a Juan Antonio Luna como entrenador por su “bajo perfil”

La lesión: Carlos Sánchez.

El fiasco: Sebastián Domínguez.

La mejor contratación: Ninguna

La peor contratación: Todas.

La duda: ¿Por qué llego Jaime Ordiales?

La revelación: Joaquín Martínez

La sorpresa: Villa en la banca.

Lo increíble: La famosa ‘reingeniería’.

El anti- profesionalismo del año: Alejandro Argüello, en plena crisis americanista, se fue de farra y chocó su automóvil en estado inconveniente.

El conflicto: Las diferencias entre Ramón Ángel Díaz y Ricardo La Volpe.

La observación: “Ahora sí, habrá otra reestructuración”: Michel Bauer.

El Fracaso: Todo el América 2008

La denuncia: “Si no juego, me voy” de Germán Villa porque Ramón Díaz no lo utilizó como titular.

El jugador más caballeroso: Salvador Cabañas.

El jugador más indisciplinado: Enrique Vera

Los jugadores que se deberían de quedar: Guillermo Ochoa, Salvador Cabañas, Alfredo Moreno (porqué jugará como mexicano), Lampros Kontogiannis, Joaquín Martínez, Armando Sánchez, Armando Navarrete.

Los jugadores que pudieran merecer otra oportunidad: Alejandro Argüello, Oscar Rojas, Enrique Esqueda, Juan Carlos Silva, Germán Villa, Daniel Márquez, Ismael Rodríguez, Guillermo Cerda, Omar Tena, Renato González, Christopher Ortega.

Los jugadores que se deberían de ir: José Antonio Castro, Rodrigo Íñigo, Sebastián Domínguez, Enrique Vera, Federico Insúa, Juan Carlos Medina, Rafael Márquez Lugo, Juan Carlos Mosqueda, Jesús Mosqueda, Alvin Mendoza, Carlos Infante.

América: ‘To be or not to be’ .

La hipotética clasificación del América a la liguilla del torneo de Apertura 2008 pende de un hilo de esperanza y de varios milagritos.

Pero el caso es que si se dieran dichos milagros, la pregunta es: ¿de qué serviría que las Águilas califiquen a la Liguilla?

Es penoso que en un campeonato, un equipo que hoy día está en el lugar once de la clasificación general, tenga oportunidad de ser campeón.

Luego de un torneo DESATROZO, el América sigue rezando para poder lograr el objetivo y evitar así una pena histórica, lo que sería que el equipo de Ramón Ángel Díaz no califique a una liguilla por tercer campeonato consecutivo.

Uno de los diez mandamientos americanistas es el de CALIFICAR OBLIGATORIAMENTE A TODAS LAS LIGUILLAS, ESTÉ COMO ESTÉ EL EQUIPO.

Desgraciadamente, éste mandamiento se lo han pasado por el arco del triunfo desde el cuadro de Daniel Brailovsky, pasando por el de Rubén Omar Romano y ahora el del ‘Pelado’.

No solamente el nombre del pomposo entrenador argentino quedará marcado. También el de la novel directiva y por supuesto el de los “brillantísimos” jugadores.

Porque es tan malo y tan vergonzoso quedar en último lugar general, como sucedió el torneo anterior, como el hecho de no calificar por tercer campeonato seguido.

Tan mala la Pinta, como la Colorada.

Lo trágico aquí, es que varios futbolistas se llevarán ambos “honores” y su ya manchado currículum quedará peor. En su conciencia estará.

Volviendo al tema que nos ocupa, ¿De qué servirá que las gloriosas Águilas califiquen? Tiene su lado bueno: evitar el ridículo histórico que no se da desde 1975, cuando por ÚNICA VEZ EN LA HISTORIA, el América no calificó a tres liguillas seguidas.

Y en aquél entonces la cosa era más difícil, ya que solo calificaban CUATRO EQUIPOS, no ocho como esta vez, o diez como los dos últimos torneos. ¡Qué pena!

Y además, en aquellos ayeres, donde el chistecito le costó la salida a un grande, José Antonio Roca, los campeonatos eran L-A-R-G-O-S.

Hoy en día, con t-a-n-t-a-s facilidades para calificar, en un torneo mediocre, con equipos más mediocres y donde solo importa lo económico y lo que digan los dueños y la mentada ‘caja idiota’, es una calamidad que un equipo que se dice ‘GRANDE’ no obtenga su boleto a la tan devaluada y promocionada “fiesta grande”, y más aun, que esto sea por TERCERA VEZ C-O-N-S-E-C-U-T-I-V-A.

Entonces, el hecho de calificar, limpiaría en algo, el nombre de la institución y la pena no sería tan grande.

Peeeeero… ¿Cuál sería el escenario de los jugadores que DEBEN SALIR CUANTO ANTES DEL EQUIPO, en caso de calificar?

¡No, por favor no Dios mío!, no toleraría otro torneo más con Domínguez, Insúa y Vera en el equipo, y con varios mediocres mexicanos que también deben de salir a la voz de ya!

Tan sencillo como esto, o el ridículo por ser eliminados, o soportar la escoria un torneo más: ‘To be or not to be: that is the question’… pues ni Hamlet podrá en esta ocasión salir de una duda tan voraz.

Que sea lo que tenga que ser.

Ya le dieron un túnel… ahora denle un puesto directivo.

La infame e insultante encuesta realizada en la página oficial del América, donde el brillante que la hizo incluyó a Sebastián Domínguez, Federico Insúa, José Antonio Castro, Rodrigo Íñigo y Juan Carlos Silva en ella, además de vergüenzas y penas ajenas dejó como resultado que al mejor jugador en la historia americanista, Carlos Reinoso le hicieran el honor de ponerle su nombre al túnel con el número 8 en el Estadio Azteca.

Algo simbólico y apenas un ápice de lo que el gran Maestro merece. Esperemos que no se lo vayan a quitar, como hace algunos años, cuándo retiraron su número de la lista, para revivirlo temporadas después, al grado que ya cualquier tipo puede llevar y portar indignamente el inmortal 8, cómo ahora le toca al argentino Insúa hacerlo.

¡Qué sacrilegio!

En fin, volviendo a lo nuestro, una vez que Reinoso ha sido reconocido de ésta manera con el túnel en el coloso de Santa Úrsula, esto debido a que la gente lo escogió (menos mal que el chileno estaba en la lista de candidato), es justo el momento para que sea incluido en el grupo de trabajo de Michel Bauer, como la persona que hace falta para levantar al muerto, o mejor dicho, rescatar al barco hundido lleno de cadáveres, limpiarlo y dejarlo listo y puesto para empezar la nueva vida, con nuevos jugadores, jugadores dignos de ser americanistas, probados física, emocional y mentalmente.

Otra vez, estamos eliminados de la liguilla, por tercera temporada consecutiva, cosa que no pasaba de 1975, cuando el cuadro comandado por José Antonio Roca, quedo fuera en la 74-75, luego de no haber calificado en la 72-73 y 73-74. Dicho evento, trajo como consecuencia la salida del ‘”Míster” de la institución azulcrema y la llegada de Raúl Cárdenas, quién se alzaría con el título justo el año de su debut.

Es apenas la segunda vez en toda la historia que nuestro equipo no califica en tres temporadas consecutivas, es una vergüenza y se siente un dolor muy profundo.

Si Manuel, el “Loco” Valdez tuvo que soportar un minuto de mentadas en el césped del Azteca, ¿cuántos minutos, horas, días, semanas, meses, años tendremos que seguir soportando los verdaderos americanistas?

Michel, si en ti está el poder decir, decídete ya. Necesitas a Reinoso junto a ti. No quiero ni imaginarme lo que va a pasar si sigue esta tendencia. La temporada entrante no será el Necaxa el que esté pelando el descenso, seremos nosotros.

Y si en ti no está dicho poder, pues ya nos llevo el tren, porque no se ve por donde éste equipo le interese a su dueño y me remito a los hechos.

Tener algo bueno cuesta. Y el América antes costaba mucho.

¿Qué han hecho Insúa, Domínguez e Íñigo para estar entre los mejores de todos los tiempos?

Ahora me puedo dar cuenta del por qué las cosas no caminan en el América. Si en algo tan sencillo, como hacer una lista de los MEJORES jugadores a lo largo de su historia, las cosas le salen mal, pues en lo demás es normal esperar lo mismo.

El problema viene de fondo, de raíz. En el club no existe una sola persona capacitada en lo absoluto para hablar con autoridad del pasado e historia azulcrema. El departamento de prensa es terrorífico, a duras penas saben los apellidos del actual plantel, y su departamento de historia no existe.

Por eso su página web es la “maravilla” que es, en contenido (y objetividad).

¿Qué han hecho Insúa, Domínguez, Castro, Silva, Ismael e Íñigo para estar entre los mejores de todos los tiempos?

Tomo como un insulto no solo a mí, sino a grandes figuras, que algún brillante personaje, sea quien sea se HAYA ATREVIDO A COMPARAR a Sebastián Domínguez y ¡Rodrigo Íñigo! con Alfredo Tena, Miguel Ángel Cornero y el “Campeón” Hernández por citar a algunos, a José Antonio Castro con Mario Trejo, “Pichojos” Pérez, Juan Hernández o Cecilio de los Santos por nombrar a otros, a Federico Insúa con ¡Carlos Reinoso!, ¡Antonio Carlos Santos!, ¡Daniel Brailovsky!, por favor, donde tiene la cabeza la persona que “hizo esta brillantísima” lista.

Se supone que están escogiendo a los mejores entre una lista de GANADORES Y FUTBOLISTAS QUE FUERON RENTABLES.

Éste sí es el primer resbalón en serio de Michel Bauer, porque seguramente él no hizo la lista, pero delegó en alguien neófito en el asunto.

¡Cómo necesita ayuda el club, Dios mío, cómo la necesita, en todos los departamentos!

Pero mientras la orden no venga de ARRIBA, esa ayuda jamás llegara. Y jamás llegara.

De Marín a Yosgart, de Bustos a Lozano y de Reinoso a Cabañas.

Cuando nació el Clásico Joven allá en 1972, para desgracia del América, el equipo de la cooperativa de la Cruz Azul llegó a la ciudad de México, se apoderó del liderato, de muchos aficionados, del Estadio Azteca y del título que era nuestro.

Fue una derrota que mató, nos ganaron esa final 4-1 y nosotros teníamos un verdadero equipazo. Pero hay que reconocer que ellos lo tenían mejor. Aquél cuadro con Marín; Marco Antonio, Kalimán Guzmán, Quintano, Sánchez Galindo (qué luego sería nuestro); Alejandrez, Pulido, Victorino (otro que años después sería campeón con nosotros); Bustos, Muciño y Vera no solo fue ganador en la cancha sino que por años demostró una humildad y grandeza, que contrastan totalmente con los comentarios de los hablanchines jugadores cruzazulinos de hoy día.

A pesar de ganarnos muchos duelos en los setentas (época cuando se hizo grande) ese Cruz Azul nunca tuvo un yugo sobre nosotros tan prolongado ni tan marcado como el que hoy día tenemos con ellos. Nos ganaban uno, dos, y volvíamos con una victoria, pera volver a caer una, dos, tres, pero de nuevo ganábamos otra vez (como la Copa en 73-74), para volver a perder con ese gran cuadro.

Pero la diferencia radica que gente como Reinoso, Borja, “Campeón” Hernández, Barberena, “Pichojos”, Hodge, Trujillo y demás cracks eran en primer lugar bien guiados por el maestro José Antonio Roca, y siempre respetaron al equipo rival y a los jugadores rivales, mostrando sencillez y humildad.

Jamás hubo una frase fuera de lugar, jamás hubo una frase burlona o de odio, nunca, nunca hubo una señal de menospreció como las que Jaime Lozano, Yosgart Gutiérrez y Nicolás Vignieri tuvieron ésta semana para con el América.

Lozano, Gutiérrez y Vignieri, que seguramente han hecho más cosas en el Cruz Azul que Bustos, Pulido y Marín, nos dieron una alegría inmensa e imborrable a todos los americanistas, que en nuestra peor época les dimos un baile y tranquilamente les pasamos por encima.

Por declaraciones como las ellos y actuaciones como las que su equipo tuvo esta vez, queda claro una cosa, más vale ser un equipo que está mal, por un pésimo año y haber tocado fondo como nosotros, a ser un equipo con un solo título en 27 años como la “máquina” de la Cruz Azul.

Gracias cementeros.

Carta a Michel… (Con la posible solución).

“¿Oye papá, porque le vamos al América si es malísimo, nunca gana?, en la escuela mis amigos se burlan de mi todos los días y ninguno quiere ser el América cuando jugamos y así voy a tener que irle a Pumas o Chivas”.

Sí, esa fue la gota que derramó el vaso.

Puedo soportar a Romano en la banca, al equipo en último lugar de la tabla general, que seamos la burla de Vergara, a Domínguez (jugando y hablando), las actuaciones del equipo, especialmente la defensa, las locuras de Villa al declarar, las mentiras de una supuesta reestructuración, vaya hasta un uniforme tipo ‘Spider-Man’ o el desgano y lo poco claro y comprometido del dueño… todo eso puedo soportar, lo que no puedo, ni podré soportarlo, es que mi hijo de 6 años quiera cambiar de equipo cuando en nuestro hogar se vive, se respira, se come el americanismo, por años y años.

Sin querer sonar o parecerme a Rubén Omar, pero parafraseándolo, cuando uno está enfermo y va al doctor, lo primero que se diagnostica es el mal y después se le receta las medicinas y el paso a seguir para lograr el restablecimiento del paciente.

En éste caso, el mal está muy bien detectado. La enfermedad es crónica, y se puede convertir en terminal. ¿Cuál es la diferencia del América de estos tiempos a equipos como Pachuca y Guadalajara?, la respuesta es simple y única: el dueño. Y dicho esto con todo respeto para Emilio.

Pachuca con Jesús Martínez y Guadalajara con Jorge Vergara, tienen en la misma figura al dueño y al presidente del equipo. Y es la misma figura, quién toma decisiones. Buenas o malas, sensatas o controvertidas, pero son ellos.

Hoy en día, el MENOS culpable, de la desgracia que pasa en el equipo se llama Michel Bauer.

Hay que recordar que cuando Don Emilio Azcárraga Milmo compró al América, allá en 1959, lo hizo con fines de negocio, y lo dijo abiertamente. Y para ello se rodeó de la mejor gente, para hacer grande algo que era insignificante. Y para el cargo de presidente, eligió ni más ni menos que al que era el mejor candidato, Don Guillermo Cañedo de la Bárcena, y que con el tiempo, se convirtió hasta en su socio, ya que la familia Cañedo White tenía acciones de Televisa.

¿Así como no confiar en alguien? Don Guillermo hacía y deshacía a su antojo, ya que además de conocer a la perfección el medio, estaba involucrado en Televisa. No era solo un empleado.

Fueron nada más 20 años de éxitos de Cañedo de la Bárcena. Y al retirarse, entre él y don Emilio, nombraron a Emilio Díez Barroso Azcárraga, sobrino del dueño y cuya familia directa también tenía que ver en Televisa, no únicamente como empleados.

Hoy día el América está grave, casi en etapa terminal. ¿Cómo salir del hoyo?, ¿Cómo volver a ser el gran equipo? Yo sé la respuesta, pero primero volvamos un poco al pasado; el América no se hizo grande de la noche a la mañana. Y las personas que fueron claves en el asunto, fueron Cañedo de la Bárcena y Panchito Hernández, su mano derecha y quién por años vivió más para los Cremas que para su misma familia.

Y para ello, se necesitó de mucho dinero. Dinero que Azcárraga Milmo, a solicitud de Cañedo de la Bárcena, no tuvo objeción en gastar. Y fue un dinero bien gastado, o sea invertido.

Al llegar en 1968, Panchito planteó a Cañedo la situación del plantel, se había hecho viejo y se requeriría renovarlo. En aquel entonces la cosa no era apremiante como hoy. De manera que lo hizo paulatinamente en dos campeonatos (69-70 y “México 70”) para que en 70-71 se viera el fruto sembrado con el campeonato de liga.

Del plantel de la 68-69, fecha en la que el presidente y secretario técnico decidieron hacer la renovación, al plantel campeón de 70-71 únicamente quedaron cinco jugadores: Alfredo del Águila, Fernando Cuenca, Horacio López Salgado, Sergio Ceballos y René Trujillo.

Y del plantel de la 69-70, siguiente temporada donde corrió la limpia, solo quedaron José Luis Rosete, Enrique Borja, Guillermo Hernández, Mario Pérez y Roberto Rodríguez, cinco jugadores (los últimos cuatros recién adquiridos en dicha campaña, a la UNAM, Atlas, Necaxa y Zacatepec respectivamente).

Así llegó 1970, fecha en habría un campeonato corto, que se jugó previo y después del Mundial que Brasil se llevó de calle en nuestro país, y fecha marcada para tener un nuevo plantel, donde se integraron Amado Palacios, Antonio Zamora, Carlos Reinoso, Juan Manuel Borbolla, Luis Haneine, Rubén Cárdenas y Eduardo Cremasco, que no se quedaría después, o sea 7 jugadores para dar paso al torneo 70-71 para el cual llegaron Antonio Martins Toninho, Fernando Santillán, Luis Miguel Barberena, Prudencio Cortés y Roberto Hodge. Así que en 1970 hubo doce jugadores nuevos. (Quedaron once por la salida de Cremasco).

Esto dio resultado, y amalgamando a la gente conseguida en temporadas, el equipo fue campeón.

Así, se hizo un equipo campeón, protagonista, importante, avasallador. De manera que en dos años (1968 y 1969) solo sobrevivieron 10 jugadores del plantel azulcrema y vino una renovación.

Se acoplaron todas las partes: la directiva y la deportiva.

Hoy la situación es diametralmente opuesta. El presupuesto del que dispones Michel, además, de ínfimo, es mínimo. Así es IMPOSIBLE hacer un nuevo equipo. Y mucho menos si una gran parte de ese presupuesto es para el técnico, que no tiene ni idea del futbol mexicano.

Por más buenas intenciones que tengas, poco podrás hacer porque no dispones del capital, que sabes perfectamente se necesita, pero que simple y sencillamente en Grupo Televisa no te autorizan.

Y mientras no lo autoricen, el equipo, “mi América del alma”, va que vuela para la Primera “A” si sigue con esta lamentable la tendencia.

Una vez, sentado en la oficina de Javier Pérez Teuffer, me dijo, “tengo 50 millones de dólares de presupuesto para ésta temporada y no me lo termino”. ¿Hoy, dónde quedó la opulencia?

Para ésta campaña se gastó (no se invirtió) en el entrenador Ramón Díaz y en los jugadores Juan Carlos Medina, Alfredo Moreno, ¡Rafael Márquez Lugo! y Enrique Vera. El único que ha valido la pena es el paraguayo, y los mexicanos están para llorar, de uno se esperaba eso, del otro nos sorprendió, pero ni hablar, resultó ser el típico caso del “jugador chiquito”, aquel que solo triunfa en un cuadro de medio pelo, que no tiene las agallas, ni la personalidad, ni la mentalidad para soportar la presión. Y Moreno, por ahí va, dicho literalmente por él: “nunca había tenido tanta presión de la afición, de la prensa, de los rivales, de los directivos”.

Una vez detectada la enfermedad, viene prescripción y posible solución para tratar de rescatar al equipo consta de tres planes, a corto, a mediano y a largo plazo.

A corto plazo, para salvar del desastre ésta temporada son PRIMORDIAL Y URGENTE dos cosas: qué no vuelvan a jugar (¡y menos juntos!) Domínguez e Íñigo y que se aproveche el lugar que dejó Carlos Sánchez. Sería maravilloso que diera de baja a Dominguez para que pudieras contratar hoy mismo a otro central extranjero (se puede ocupar una plaza debido a que Sánchez no jugará más éste torneo, pero como el es mexicano, la plaza tendría que ser de un mexicano porque se cuenta ya con cinco extranjeros… pero si se diera de baja a Domínguez, entonces habría un hueco) pero como eso no va a pasar porque tendrías que indemnizar al argentino y la política principal de la directiva águila (seguramente no por tu gusto) es NO GASTAR, pues entonces habría que buscar a un mexicano disponible… o libre para el mercado mexicano.

¿Cuauhtémoc?, ¿Nery Castillo?, ¿Aarón Galindo?, sí, se que son sueños guajiros, pero si de verdad se quisiera salir de esta CRISIS (lo siento Germán), por ahí se tendría que empezar. Hay que recordar que éste chistecito de no haber hecho las cosas adecuadamente en los refuerzos VA A COSTAR DINERO.

También es urgente cuanto antes, la presencia de una figura emblemática, CON EXPERIENCIA y que sepa del futbol PROFESIONAL, que éste junto a ti, Michel. Para aconsejarte, para arroparte y para que esa persona que sabe cómo se mueve el mundo del futbol, ayude con su experiencia y la persona indicada no es otro que el “Maestro” Carlos Reinoso.

A mediano plazo, se tienen que buscar a los tres refuerzos permitidos para el Clausura 2009 pero desde ya. Pero además hacer un análisis extenso de los candidatos, no es solo el aspecto futbolístico lo que se tiene que tomar en cuenta. Eso es lo primordial, pero es de vital importancia que se le analice mentalmente, emocionalmente, psicológicamente, no pueden caer de nuevo en gente como Juan Carlos Medina, que definitivamente no tiene el intelecto para soportar la presión que significa jugar en el equipo más importante de México.

No es posible que en equipos chicos la rompan, y cuando se ponen la amarilla, primero vuelan (mentalmente), pierden piso muchos y otros se esconden como el avestruz y se convierten en enanos. ¿Por qué Panchito Hernández se equivocó tan poco en las contrataciones?, ¿Por qué fueron contados los ’jugadores chiquitos’ que él trajo? Maciel (74-75), Romano (79-80), Luiz Fernando (80-81), Amuchástegui (86-87), Robinson (87-88), Seixas (88-89) y Barticcioto (93-94) fueron los contados casos de los futbolistas que él trajo y a los que les dio pánico ponerse el uniforme americanista.

Uno debe de analizar su estilo de vida, sus valores, su familia, sus gustos e intuir si van a responder en la cancha. Y no importa el precio. Estamos hablando de salvar al América.

A largo plazo, o sea para Agosto de 2009, o lo que viene siendo para el Apertura 2009, donde ya se pueden hacer cualquier cantidad de movimientos, no escatimar en gastos, ya se tendrá todo un torneo de experiencia y el técnico Díaz deberá de saber quién sí y quién no, (de los que queden para Enero) debe de permanecer en el plantel y contratar a otros jugadores, mínimo otros cinco o seis, que sumados a los tres permitidos para el siguiente campeonato, nos darían tal vez nueve futbolistas nuevos para empezar el siguiente verano desde cero.

Definitivamente hay hombres del actual plantel que no tienen la capacidad, ni los merecimientos para estar en el equipo y únicamente están haciendo daño, al América y a ellos mismos,

¡Tienen que salir y no hay más que ver el rendimiento de gente como José Antonio Castro, Armando Sánchez, Ismael Rodríguez, Sebastián Domínguez, Rodrigo Íñigo, Rafael Márquez Lugo, Federico Insúa, Juan Carlos Medina, Juan Carlos Mosqueda y hasta de Alfredo Moreno!

Michel, si tú puedes, intenta salvar al América. ¡No quiero que mi hijo cambie de equipo!

Y si no puedes, no queda más que esperar dos cosas: que llegue un milagro o que Emilio venda al América. Y difícilmente, pasara una o la otra.