Además he tenido y tengo la oportunidad de leer constantemente, tratar de cultivarme y aprender más día con día, hay que estar en el negocio.
Y siempre es importante archivar en el “disco duro” personal cualquier comentario con base y verídico, ya sea que venga de alguien mayor, maduro o hasta un joven adolecente. La edad no importa, importa el fundamento. Aunque como es lógico, con la edad siempre te acompaña un mayor fundamento.
El lunes pasado en el programa de televisión ‘Zona Águila’, de TDN, se suscito un hecho lamentable por parte de una empleada del club, Annia Moheno quién aseguró al entrar al aire, que “el uniforme del América fue azulcrema porque eran unos colores que dieron origen a la humildad, ya era la playera más barata, ¡porque no tenía el color!”
Hasta Raúl Sarmiento, dueño… perdón, conductor del programa puso una cara de ¡what! con lo que confirmó todo.
¡Grave, grande e imperdonable error de esta jovencita! De entrada, ella no es comentarista ni locutora. Puede ser que ella no tenga la culpa y que simple y sencillamente la ‘hayan documentado mal’, aunque también es posible que lo haya dicho ‘de sus pistolas’, por qué así sonó. El caso, es que ella, no solo mal informó a la gente, sino que dijo una barbaridad, que no solo raya en lo incorrecto (su “historia” del uniforme no tiene ABSOLUTAMENTE NADA QUE VER con los verdaderos hechos) sino en lo ridículo e inverosímil (¿de cuándo acá la ropa clara es más barata que la obscura?).
No estuve ahí, pero por lo que me han contado y he leído, puedo decir que la verdadera historia del origen del uniforme americanista fue así: en el año 1916 Rafael Garza Gutiérrez y su primo Germán Núñez Cortina, niños de trece años, ambos estudiantes del colegio Mascarones y quienes jugaban futbol todos los días en los recreos, decidieron crear un equipo con los mejores jóvenes de su escuela.
Los dos jovencitos convocaron en la escuela a una reunión vespertina, en casa de la tía de Germán, la señora Calixta Cortina, la “tía Calita”. Hubo gran concurrencia y asistieron aproximadamente trece jovencitos a la primera reunión.
El más entusiasta era el líder del proyecto, Rafael Garza Gutiérrez, quién al arribar a la cita, sorprendió a los demás pues llegó prácticamente uniformado como si ya fuera a disputar un partido de futbol. Entró portando una vieja camisa color crema, ya gastada, de mangas largas y botones al frente, misma que apreciaba mucho y era de sus favoritas, a pesar “de que ya era viejita”.
Rafael además, tomó del ropero de su señor padre un viejo pantalón azul marino. Lo cortó a la altura de las rodillas para que quedara como un pantaloncillo corto. Los demás chavos quedaron sorprendidos porque Garza Gutiérrez, pidió de favor a su padre, que le dijera a un sastre amigo de él, que con los pedazos del pantalón que le sobraron a su hijo al cortarlo, le confeccionara en la espalda la palabra “Récord”. Llevaba además unos calcetines largos del mismo color azul marino.
Rafael Garza Gutiérrez, "Récord"
Esta combinación de camisa crema, pantalón y calcetas azul marino, gustó mucho a los demás muchachos, y así pasó a ser el uniforme oficial del equipo, al que obviamente llamaron “RÉCORD”, en honor a Garza Gutiérrez, a quién también todos empezaron a nombrar de cariño con ese mismo apodo.
Aquí el problema fue que la mayoría de los jovencitos del equipo no tenían recursos para obtener un uniforme idéntico, POR LO COSTOSO DEL MATERIAL CON QUE ESTABA CONFECCIONADO.
Mientras esto pasaba, en otra escuela Marista, de nombre La Perpetua, existía un equipo de reciente formación de nombre COLÓN. Sus principales jugadores, Ignacio de la Garza, Luis Fabre y Alonso Sordo Noriega estaban desanimados porque muchas veces no alcanzaban a juntar los once jugadores reglamentarios para un partido de futbol, así que su entrenador y maestro, Eugenio Cenoz, quién sabía de la reciente creación del equipo RÉCORD, les propuso hacer una junta con ellos y UNIRSE EN UN SOLO EQUIPO.
Era la unión perfecta, porque el equipo RÉCORD tenía de sobra jugadores de gran calidad, mientras que el equipo COLÓN tenía varios metros de casimir fino para la confección de uniformes, así como dos balones para jugar.
Así que se pusieron de acuerdo ambos equipos, aceptaron y al poco tiempo, el día 12 de Octubre de 1916 en los llanos de la Condesa se congregaron ambos conjuntos para discutir el nombre del nuevo equipo, puesto que para el uniforme decidieron adoptar el azulcrema del RÉCORD por considerarlo hermoso y diferente a los ya existentes. De hecho, llegaron a dicha reunión ya todos uniformados, siendo testigo de honor el profesor Cenoz.
Para el nombre, hubo muchas propuestas, pero al final, ganó la de Pedro “Cheto” Quintanilla, quién sugirió el nombre de AMÉRICA porque ese día se celebraba el descubrimiento del continente. Además, el propio Quintanilla, quien era un extraordinario dibujante, acompaño su propuesta con un bosquejo del continente americano con los colores azulcremas y con las iniciales del nuevo equipo que acababa de nacer: C de club, y A de América.
Momento justo de la reunión entre los dos equipos en la Condesa el 16 de Octubre de 1916Y eso es todo, así fueron los hechos, muy diferente a lo dicho por la jovencita Moheno, a quién con mucho respeto le ofrecemos ayuda, y nos ponemos a sus órdenes para las próximas ocasiones, para que así ella, que debido a su aparición en el programa de televisión es un enlace entre directiva y afición, no cometa más errores y no solo mal informe al auditorio (americanistas y antiamericanistas), sino que ella no quede mal parada.
Es evidente que no tiene idea de la historia de su institución, cómo tampoco ningún miembro de la directiva americanista, cuyo fuerte no es precisamente lo futbolístico, sino lo comercial y mercadológico, pero un equipo GRANDE como el AMÉRICA, lo tiene que ser en todos los aspectos, empezando por el más importante de todos: su historia, ya que mientras más grande es la historia, más grande es el valor del equipo… así que como dicen por ahí: ¿tienes el valor, o te vale?
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