lunes, 31 de octubre de 2011

Sí, si es una vergüenza.

Admiro a Alfredo Tena como a pocos. Es sin lugar a dudas el GRAN CAPITÁN americanista en toda la historia del club, por encima incluso, del emblemático Rafael Garza Gutiérrez, ‘Récord’. Pocos, o ninguno como Tena, sin duda alguna el mejor defensa central en la vida azulcrema y para un servidor, el segundo mejor jugador mexicano en los 95 años del club, solo abajo del inalcanzable Cristóbal Ortega.

Pero ahora, no estoy de acuerdo con él, cuando señala que no son una vergüenza los resultados del equipo y la innegable crisis por la que se vive.

Luego de la lamentable demostración del equipo contra Puebla, en conferencia de prensa, el 'Capitán Furia' aceptó que están apenados por la forma en que se despidieron de su afición (nosotros), pero nunca avergonzados porque eso es algo que va mas allá de una mala temporada.

"Sí estamos apenados, pero no deja de ser un deporte, estamos luchado, no nos alcanza, trataremos de sacar buenas conclusiones para que no se repita. No me gusta esa palabra (avergonzados), nos ganaron bien, hicimos lo que pudimos desde luego a nadie le gusta, vergüenza es robar", comentó.

Tena, tiene muy poca responsabilidad en esta situación, a él le dijeron “vas porque vas” y no tuvo opción. Él NO es el culpable de esta pesadilla en la que está metido el América, pero jamás debe de decir que no es una vergüenza, porque sí lo es. “Vergüenza es robar”, dijo… pues bien, lo que los jugadores están haciéndole a la institución al jugar como lo hacen, al mostrarse como se muestran no es otra cosa más que estar robándole al club, porque éste les paga, y un muy buen dinero por salir a jugar y al menos, intentar hacerlo bien y romperse el alma en cada juego, cosa que muy pocos pueden jactarse de haberlo hecho.

Y si como individuos están robándole al club por no cumplir con su parte del contrato, como “equipo” a quien le roban es a la afición, a nosotros, que pagamos un boleto por irlos a ver ganar (o intentar hacerlo, mínimo) y muchas veces ni el intento se ve, ya que no corren.

Somos nosotros, los aficionados los que estamos afectados y nos sentimos robados porque pagamos dinero por la entrada al estadio (más el estacionamiento o transporte, bebidas, alimentos) y compramos sus productos oficiales como la mentada camisa de aniversario que fluctuó entre los $1,250 y los $2,000 pesos.

A cambio de todo ello ¿qué recibimos?... además del infame espectáculo y míseros resultados, solo las burlas del resto de la gente, que nos ve por encima del hombro y como bichos raros por irle si no al peor, a uno de los dos equipos más malos del futbol mexicano.

Tristemente, el América, no está así solo de este torneo. Las Águilas, están así, estamos así, desde el mismísimo momento en que Emilio Azcárraga Jean aceptó la recomendación de Bernardo Gómez de poner como Presidente del club a Michel Bauer, y éste acepto la recomendación de Yon de Luisa de nombrar como Director Deportivo a Jaime Ordiales (gran amigo de De Luisa).

En el primer momento que Ordiales puso un pie Coapa como Director Deportivo, nos entró la maldición y se enfermó el equipo, este torneo empezó a agonizar y hoy es un cadáver.

Del 2008 al 2011 pasaron tres años, los peores tres en los últimos 95, y hoy del aquel equipo GRANDE, MUY GRANDE (que lo fue), no queda más que el recuerdo de sus brillantes títulos.

Hoy, los americanistas nos sentimos robados y avergonzados. Los que sí somos americanistas y los que damos la cara. Y la daremos siempre. ¡Arriba el América!

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