martes, 30 de diciembre de 2008

América: ‘To be or not to be’ .

La hipotética clasificación del América a la liguilla del torneo de Apertura 2008 pende de un hilo de esperanza y de varios milagritos.

Pero el caso es que si se dieran dichos milagros, la pregunta es: ¿de qué serviría que las Águilas califiquen a la Liguilla?

Es penoso que en un campeonato, un equipo que hoy día está en el lugar once de la clasificación general, tenga oportunidad de ser campeón.

Luego de un torneo DESATROZO, el América sigue rezando para poder lograr el objetivo y evitar así una pena histórica, lo que sería que el equipo de Ramón Ángel Díaz no califique a una liguilla por tercer campeonato consecutivo.

Uno de los diez mandamientos americanistas es el de CALIFICAR OBLIGATORIAMENTE A TODAS LAS LIGUILLAS, ESTÉ COMO ESTÉ EL EQUIPO.

Desgraciadamente, éste mandamiento se lo han pasado por el arco del triunfo desde el cuadro de Daniel Brailovsky, pasando por el de Rubén Omar Romano y ahora el del ‘Pelado’.

No solamente el nombre del pomposo entrenador argentino quedará marcado. También el de la novel directiva y por supuesto el de los “brillantísimos” jugadores.

Porque es tan malo y tan vergonzoso quedar en último lugar general, como sucedió el torneo anterior, como el hecho de no calificar por tercer campeonato seguido.

Tan mala la Pinta, como la Colorada.

Lo trágico aquí, es que varios futbolistas se llevarán ambos “honores” y su ya manchado currículum quedará peor. En su conciencia estará.

Volviendo al tema que nos ocupa, ¿De qué servirá que las gloriosas Águilas califiquen? Tiene su lado bueno: evitar el ridículo histórico que no se da desde 1975, cuando por ÚNICA VEZ EN LA HISTORIA, el América no calificó a tres liguillas seguidas.

Y en aquél entonces la cosa era más difícil, ya que solo calificaban CUATRO EQUIPOS, no ocho como esta vez, o diez como los dos últimos torneos. ¡Qué pena!

Y además, en aquellos ayeres, donde el chistecito le costó la salida a un grande, José Antonio Roca, los campeonatos eran L-A-R-G-O-S.

Hoy en día, con t-a-n-t-a-s facilidades para calificar, en un torneo mediocre, con equipos más mediocres y donde solo importa lo económico y lo que digan los dueños y la mentada ‘caja idiota’, es una calamidad que un equipo que se dice ‘GRANDE’ no obtenga su boleto a la tan devaluada y promocionada “fiesta grande”, y más aun, que esto sea por TERCERA VEZ C-O-N-S-E-C-U-T-I-V-A.

Entonces, el hecho de calificar, limpiaría en algo, el nombre de la institución y la pena no sería tan grande.

Peeeeero… ¿Cuál sería el escenario de los jugadores que DEBEN SALIR CUANTO ANTES DEL EQUIPO, en caso de calificar?

¡No, por favor no Dios mío!, no toleraría otro torneo más con Domínguez, Insúa y Vera en el equipo, y con varios mediocres mexicanos que también deben de salir a la voz de ya!

Tan sencillo como esto, o el ridículo por ser eliminados, o soportar la escoria un torneo más: ‘To be or not to be: that is the question’… pues ni Hamlet podrá en esta ocasión salir de una duda tan voraz.

Que sea lo que tenga que ser.