martes, 30 de diciembre de 2008

De Marín a Yosgart, de Bustos a Lozano y de Reinoso a Cabañas.

Cuando nació el Clásico Joven allá en 1972, para desgracia del América, el equipo de la cooperativa de la Cruz Azul llegó a la ciudad de México, se apoderó del liderato, de muchos aficionados, del Estadio Azteca y del título que era nuestro.

Fue una derrota que mató, nos ganaron esa final 4-1 y nosotros teníamos un verdadero equipazo. Pero hay que reconocer que ellos lo tenían mejor. Aquél cuadro con Marín; Marco Antonio, Kalimán Guzmán, Quintano, Sánchez Galindo (qué luego sería nuestro); Alejandrez, Pulido, Victorino (otro que años después sería campeón con nosotros); Bustos, Muciño y Vera no solo fue ganador en la cancha sino que por años demostró una humildad y grandeza, que contrastan totalmente con los comentarios de los hablanchines jugadores cruzazulinos de hoy día.

A pesar de ganarnos muchos duelos en los setentas (época cuando se hizo grande) ese Cruz Azul nunca tuvo un yugo sobre nosotros tan prolongado ni tan marcado como el que hoy día tenemos con ellos. Nos ganaban uno, dos, y volvíamos con una victoria, pera volver a caer una, dos, tres, pero de nuevo ganábamos otra vez (como la Copa en 73-74), para volver a perder con ese gran cuadro.

Pero la diferencia radica que gente como Reinoso, Borja, “Campeón” Hernández, Barberena, “Pichojos”, Hodge, Trujillo y demás cracks eran en primer lugar bien guiados por el maestro José Antonio Roca, y siempre respetaron al equipo rival y a los jugadores rivales, mostrando sencillez y humildad.

Jamás hubo una frase fuera de lugar, jamás hubo una frase burlona o de odio, nunca, nunca hubo una señal de menospreció como las que Jaime Lozano, Yosgart Gutiérrez y Nicolás Vignieri tuvieron ésta semana para con el América.

Lozano, Gutiérrez y Vignieri, que seguramente han hecho más cosas en el Cruz Azul que Bustos, Pulido y Marín, nos dieron una alegría inmensa e imborrable a todos los americanistas, que en nuestra peor época les dimos un baile y tranquilamente les pasamos por encima.

Por declaraciones como las ellos y actuaciones como las que su equipo tuvo esta vez, queda claro una cosa, más vale ser un equipo que está mal, por un pésimo año y haber tocado fondo como nosotros, a ser un equipo con un solo título en 27 años como la “máquina” de la Cruz Azul.

Gracias cementeros.