miércoles, 31 de diciembre de 2008

Michel Bauer, el personaje del año.

Parece que la historia se repite, o se puede repetir.

Cuando Emilio Díez Barroso asumió como presidente del América el 2 de Julio de 1981, fuera de Televisa se sabía poco de él. Era vicepresidente de la dirección de noticieros y de eventos especiales. Acudió a los mundiales de Alemania 74’ y Argentina 78’ como jefe de todo el operativo televisivo pero no tenía experiencia en asuntos futbolísticos, solo operativos. Era joven, tenía 33 años. Los resultados, de ese 1981 a 1996, todos los conocemos de sobra.

Michel Bauer hace seis meses era el centro de atención. Muchos, de entrada le atizaron, sin siquiera haber entrado en funciones. Agarró una bomba caliente. Mejor dicho, se la dieron.

La razón por la que Emilio Azcárraga o quién mande en Televisa lo puso como presidente americanista no quedo clara para muchos o para todos. Fue mal visto por muchos, en primer lugar por carecer de experiencia en el medio futbolístico y segundo por ser un desconocido en general, más allá de en su empresa, donde siendo Director de Ventas, obtuvo grandes resultados para la casa que le paga.

Empezó con el pie izquierdo al aceptar la sugerencia de que Jaime Ordiales, un ex chiva y ex cementero de cepa, fuese quien tomara el puesto de Director Deportivo del equipo. Y no precisamente porque Ordiales haya jugado en los dos máximos rivales deportivos de las Águilas, sino porque su hermano, Mario es promotor de futbolistas, a quienes se vinculan con las Águilas. Y en el América, el horno no está para bollos. Las habladurías siempre vendrán y más si como en el torneo pasado, los refuerzos fueron un verdadero desastre. Se dirá que llegaron porque hubo arreglo familiar. Y eso no está bien para el equipo y le pone mayor presión al mismo Ordiales.

Bauer tropezó con una dura realidad: la actualidad del América. Y cometió un grave error, hablar de una ‘reingeniería’, cuando no hubo absolutamente nada y llegaron puros petardos, tan es así que solo uno sigue (Enrique Vera, por cierto, el peor de los refuerzos adquiridos en el verano pasado).

Tal vez su inexperiencia en la materia lo llevo a contratar a un sobrevaluado y carísimo entrenador, que en México demostró dos cosas: que como director técnico es uno más del montón y que como persona no vale nada, es traicionero, ventajista y conflictivo.

Bauer pagó derecho de piso en el Apertura 2008, pero ahora eso quedó atrás y ha demostrado que está listo y dispuesto a no solamente ser un educado, amigable, abierto y entregado directivo. Ahora va por todo. Como debe de ser. Como debe de ser el Presidente del América.

“Bauer, según se le describe en Televisa, es un hombre astuto, duro, hostil si es necesario, en el momento de negociar y reclamar disciplina, incluso por momentos su personalidad llegaba a ser temible porque tras ciertas tolerancias al error o la negligencia, luego era, simplemente, inquebrantable. Es decir, el hombre de la voz afable, modulada, de maneras y modales educados, era el hombre que estuvo engañando a todos, pero sin mentirle a nadie.” Describe Rafael Ramos de LA OPINIÓN de los Ángeles, en su columna.

Generalmente la soberbia es el común denominador de varios Presidentes de clubes, de Directores de empresas. Él no la tiene. Ahora, Michel, ha amalgamado algo muy importante: sensibilidad, inteligencia y educación con el derecho que le da el poder, la voz y el voto que él tiene.

En muy corto tiempo logró algo que parecía materialmente imposible: convencer a Azcárraga de que el América necesitaba URGENTEMENTE UNA FUERTE INVERSION. Dicho en castellano, que le soltara una lana, para así poder contratar a los elementos necesarios, para tener un equipo digno, ganador, importante.

Haber convencido al dueño, de que ‘apoquinara el billete’, es una gran labor, digna de resaltarse.

Contrató a ocho buenos futbolistas. "Es el juicio del cuerpo técnico y también de Jaime Ordiales y el mío. Entre los tres decidimos los refuerzos", dijo en entrevista. Además todavía pueden darse más altas, y es normal, el equipo titular está muy bien armado pero no tenemos banca confiable.

Tal vez no son los mejores ocho del futbol mexicano, pero son muy buenos futbolistas, incluso, años luz mejores que los que se fueron y además algo especial: ya no llegaron más bultos y vividores argentinos como en cascada nos habían llovido en los últimos años (Bilos, Carigñano, ¡Castromán!, Insúa, Higuaín, ¡Domínguez!). Ortiz ya jugó en México y demostró ser confiable.

Otro gran acierto de Bauer fue el que haya dado luz verde para que todos aquellos jugadores vegetales, fósiles e inservibles salieran del equipo.

Lo único lamentable es la salida de Germán Villa, quién se fue por culpa de un pelado dictador.

Pero si algo hizo de maravilla Bauer, fue no permitirle a dicho sujeto argentino, que se burlara del América, después del papelón que fue a hacer en su natal Argentina, a donde se fue a vender, a ofrecer al mejor postor.

¿Que por qué sigue este indeseable tipo en el equipo?, simple: por dinero. Sí, por su dinero, porque el tipo es intratable, insufrible y traidor, pero inteligente y el JAMAS IBA A RENUCIAR PUES PERDERÍA SU MILLONARIA CIFRA. Y pues le leyeron la cartilla: “te vas y será sin dinero y boletinado en FIFA, donde no podrás dirigir”. Simple, ¿no?, por eso tendremos que aguantar la cara del “entrenador” al menos durante seis meses más, esto si es que sus pobres resultados no lo juegan una broma antes de tiempo.

De entrada, es una OBLIGACIÓN pare él GANAR EL INTERLIGA.

"Queremos ser este año el primer equipo mexicano en ganar la Copa Libertadores", fue tajante el presidente Águila en la presentación de sus flamantes ocho refuerzos. Y para ello, deben ganar el Interliga. "Hay que ganar siempre los Clásicos, eso lo tenemos en claro todos en América". Y cerró con broche de oro: "Pretendemos dar al América este año un nuevo título, hemos trabajado buscando refuerzos para ello".

Con ello Michel aceptó que el futuro de Díaz está condicionado a conquistar las metas previstas.

Hasta ahora, las cosas van bien, antes del inicio del Clausura. Parece ser que Bauer es la persona que los azulcremas necesitan para salir del hoyo. Ahora solo le hace falta algo: llevar a Carlos Reinoso a su equipo de trabajo. Su experiencia es invaluable y necesaria y tenerlo como asesor ayudaría mucho.

Pero al día, en la suma del recuento de los daños, el presidente ha sabido tomar el toro por los cuernos, le ha dado un giro al americanismo y una nueva ilusión.

Es por ello, que Michel Bauer es el personaje del año.